Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 7y

Villarreal, otra final para el Barcelona al borde de un ataque de nervios

BARCELONA -- Seis derrotas consecutivas, con 19 goles encajados, acumula el Villarreal en el Camp Nou. Un visitante amable, a la vista de los números, pero que se presenta este sábado más incómodo que nunca en su búsqueda de Europa y frente a un Barça necesitado de ganar para mantenerle el pulso al Real Madrid.

Un sábado más y una jornada menos en este ‘rush’ final que presenta una dura prueba para el Barça a la vez que ofrece un partido sencillo, se supone, para el equipo de Zidane, que visita a un Granada ya descendido y que, en plena depresión, no debería significarle mayores problemas a los merengues, lanzados hacia su tercera final de Champions en cuatro años y cuyo presente produce pavor en Barcelona.

Con el Barça instalado en los juzgados, con el caso Neymar otra vez en el primer plano y el presidente Bartomeu señalado en una denuncia por unos columbarios que debían colocarse en el Camp Nou y han provocado otro enredo judicial, la posibilidad de que el Madrid cierre la temporada con un doblete Liga-Champions se contempla como la peor de las noticias en el Camp Nou.

Este Barcelona, el equipo que se instaló en la eternidad a partir del mando de Guardiola y que ha ganado seis de los últimos ocho títulos de Liga se descubre hoy semidesnudo y enfrentado a un final de temporada en el que el histerismo y la fatalidad aguardan para catapultarse al plano en el peor de los escenarios. ¿La Copa? ¿Qué puede significar hoy un título de Copa mostrado a lo que persigue el gran rival?

A partir de ahí cada partido es una final sin vuelta atrás para el equipo de Luis Enrique, esperando un apoyo de terceros que no pudo concretar ni Deportivo ni Valencia y que ahora se espera pudieran hacer Sevilla y Celta. O incluso Málaga en último caso a pesar de todos los presentimientos que rodearían ese partido final de Liga en La Rosaleda.

La goleada con que aplastó el Real Madrid al Atlético en el Bernabéu para poner un pie en la final de Cardiff se recibió como un bofetón silencioso en el Camp Nou porque sin tener nada qué decir en primera persona y teniendo en cuenta que cada título que ganan los merengues es una decepción para los culés, la posibilidad de que pueda reeditar la conquista del título continental y sumarle la Liga es la peor de las noticias para un Barça que, se teme, ha perdido el rumbo.

En estas circunstancias, con el ambiente enrarecido alrededor del club por la indefinición en que se mueve y la confianza cerca de derrumbarse en un presente deportivo en el que depende de los resultados con que le puedan ayudar otros equipos, el Barça recibe al Villarreal instalado entre la esperanza y la depresión.

Escuchar, leer o sospechar que la época dorada del Barcelona pueda ser cerrada de golpe con la conquista de tres Champions en cuatro años por parte de un Real Madrid que no solo sería el primero en enlazar el título desde que lo hizo el Milan en 1990 sino que, más aún, podría lograr el doblete conduce al barcelonismo a este estado.

Y así se espera al Villarreal en una, otra, final sin vuelta atrás. Solo sirve ganar y esperar. Un día tras otro.

^ Al Inicio ^