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El Barcelona llora a Dani Alves, que deslumbra con su fulgor en la Juve

BARCELONA (Jordi Blanco | ESPN Digital) -- El Barcelona anda desesperado por encontrar un lateral derecho que permita devolver a Sergi Roberto al centro del campo. Un futbolista que se adapte a las necesidades de un equipo en el que la banda derecha cobra especial importancia por la colaboración que, se entiende, debe recibir cuando por ahí circula Lionel Messi y que hasta el verano de 2016 tuvo un nombre propio indiscutible: Dani Alves.

No se libró el brasileño de la crítica, en ocasiones exagerada, en sus últimos tiempos. Su desenfadado carácter llegó a provocar enfado en el entorno en los malos momentos y hubo quien consideró su marcha no como un mal menor, sino, incluso, como una necesidad... Al cabo de un año, Barcelona llora a Dani Alves.

Mientras se pone en el escenario a Héctor Bellerín, por más que su fichaje se entienda una quimera por una operación que se especula superaría los 50 millones de euros, Alves disfruta de una segunda juventud en Turín. Mensajes malintencionados de dudosa procedencia llegaron a insinuar allá por el mes de febrero que el brasileño, inadaptado a la vida en Turín y a los sistemas de la Juventus, se había ofrecido al Barça para regresar. Nada más lejos de la realidad.

Cierto es que le costó entrar en el engranaje de Massimiliano Allegri y que en la primera vuelta de la Serie A solo fue titular en siete partidos. Una lesión de peroné a finales de noviembre le apartó del plano hasta mediados de febrero y su salida del escenario no hizo más que provocar que en el Camp Nou se impusiera el discurso de que su marcha había sido un acierto del club...

Llegado el momento decisivo de la temporada, la figura de Dani Alves se ha catapultado a lo más alto. Y ha coincidido en el tiempo con la alarma que provoca en el Barça la falta de un lateral-carrilero por la derecha. Un jugador, en pocas palabras, de sus características.

Alves no solo fue trascendental en la escapada definitiva de la Juventus al frente de la Serie A para abrazar la conquista del sexto Scudetto consecutivo del equipo bianconero, sino que en Europa comenzó por sentenciar la caída del Porto con un gol en Portugal, fue vital en la eliminación del Barcelona en cuartos de final y se erigió como la clave para explicar el atropello a un Mónaco atrevido pero superado de principio a fin.

Dani Alves sirvió las dos asistencias con que Gonzalo Higuaín encarriló la eliminatoria en el Principado y en Turín sirvió con otro centro magnífico el 1-0 de Mario Mandzukic antes de anotar el 2-0 con un zambombazo excepcional. La Juventus disfruta de Alves al tiempo que el Barcelona le llora.

Llegados a este punto... ¿No habría sido adecuado mimarle en Barcelona para evitar su marcha sin tener un heredero a su altura? Sergi Roberto, incansable y entregado a la causa, ha completado una más que aceptable temporada pero a la vista de los resultados y de su impacto en la Juventus queda claro que el Barça gestionó entre mal y peor sus últimos meses en el Camp Nou.

Messi le echa de menos, el equipo le echa de menos y la afición le echa de menos, por mucho que en ocasiones se mostrara intransigente con él. Y, a sus 34 años de edad, sueña con ganarlo todo y por todo lo alto. Aspira, ojo, a ser el primer futbolista de la historia en conquistar el triplete tres veces... Y en dos equipos diferentes.

No es extraño que en Barcelona se llore a Dani Alves.