<
>

Zinedine Zidane ha callado a todos sus detractores

MADRID -- Zinedine Zidane rompió el molde cuando en menos de seis meses en un banquillo de elite hizo campeón de Europa al Real Madrid. Un año y dos títulos de los llamados menores después, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes, ganó su primera Liga como técnico del Real Madrid. Cuatro títulos, en total, en los 16 meses que han transcurrido desde que asumió el cargo; dos menos de los que conquistó en las cinco temporadas que vistió la camiseta blanca.

“Ser técnico es totalmente diferente. Yo lo gané todo con este club, con esta camiseta pero ganar la Liga (como técnico del Real Madrid) es lo máximo”, señaló el técnico tras el encuentro.

Durante las últimas dos semanas, el entrenador francés insistió en que entre el título de Liga y el de Champions, el primero era el de mayor dificultad. Y no por casualidad sólo 14 equipos se han coronado campeones de España en toda la historia de la Liga. Real Madrid encabeza al grupo con 33 trofeos, pero en lo que va del siglo XXI parecen llegar a cuentagotas. Han pasado cinco años desde el último.

Zidane solo lo conquistó una vez como jugador, pero en retrospectiva, ha bastado para que hoy se convierta en tan solo el segundo hombre en ganar Liga y Europa como jugador y entrenador del Real Madrid después de Miguel Muñoz.

El alguna vez mejor jugador del mundo es el cuarto técnico que pasa por el banquillo merengue desde la última vez que el Real Madrid había conquistado el título de Liga en 2012 después de José Mourinho, Carlo Ancelotti y Rafa Benítez. Mourinho fue el único que logró conquistar el título de Liga y eso porque gozó de un crédito inusual en los tiempos que corren al permanecer tres años en el cargo.

Zidane, que desde su retiro en 2006 no se ha alejado demasiado de Madrid, vio los tres procesos de cerca y tomó nota.

Cuando el Madrid ganó aquella Liga del ‘récord’ de los 100 puntos, Zidane hacía sus pininos como técnico en la cantera. En 2013-14, el año de la ‘Décima’, fue asistente de Carlo Ancelotti en el banquillo en los 60 partidos que disputó el Real Madrid aquella temporada.

Al en la campaña 2014-15, Zidane vivió la larga temporada en que el Madrid se quedó con las manos vacías desde el banquillo del filial – y tampoco él tuvo un camino de rosas, pues falló en la misión de ascender a Segunda División al Real Madrid Castilla.

Permaneció como entrenador del filial durante los seis tortuosos meses de Benítez.

Cuando se hizo con las riendas del primer equipo a principios de enero de 2016, Zidane dejó un saldo de 18 victorias, 12 empates y 12 derrotas en 42 partidos con el Castilla.

Sus discretos números y falta de experiencia sembraron dudas en el técnico. Se sabía desde hacía años que Florentino lo preparaba para ser convertirlo en el técnico emblemático del club, pero la decisión parecía demasiado prematura.

86 partidos y cuatro títulos después, Zidane ha callado a todos sus detractores con récord ganador de 65 victorias, 14 empates y solo 7 derrotas.

La Liga que hoy culmina con el título merengue vio a los suyos establecer un récord de al menos un tanto anotado en las 38 jornadas con 27 victorias, seis empates y solo tres derrotas.

La temporada aún no acaba para Zidane y sus hombres. En dos semanas, tendrán una nueva oportunidad de cruzar otra barrera cuando se enfrenten a la Juventus en la final de la Champions en busca de convertirse en el primer equipo en refrendar el título desde la reestructuración del torneo en 1992. De lograrlo, su equipo será el primero en dar un ‘doblete’ al Real Madrid en casi 60 años.

“(Se ganó) sufriendo, porque en 38 jornadas en esta Liga española, que para mí es la más difícil del mundo, es muy importante para un entrenador, pero más que el entrenador, es muy importante para el grupo. El éxito y la clave de esta liga ha sido el grupo, del que ha jugado menos y el que más. Estoy muy contento. A lo mejor para mí es el día más feliz”, decía Zidane en rueda de prensa en La Rosaleda, cuando un puñado de jugadores – Marcelo, Lucas Vázquez, Casemiro, Danilo y Álvaro Morata (sí, el inconforme), irrumpieron en la sala de prensa para bañarlo en champagne.

“Ahora sí estoy muy contento y muy feliz por esta liga. Para mí, lo que decía, es el día más feliz de mi vida profesional seguro. Con diferencia”, concluyó.