BARCELONA -- Neymar vive rodeado de misterio en Barcelona. Da igual que hace apenas diez meses concretase su continuidad en el Barça hasta junio de 2021, porque en las últimas semanas han reaparecido en el plano noticias y señales de que algo no anda bien con el brasileño.
La última estalló al conocerse el encontronazo que mantuvo con Juan Carlos Unzué durante un entrenamiento y que ni fue desmentido ni, lo peor, suavizado desde el club. A partir de ahí se ha instalado en el entorno del Camp Nou el rumor de que el brasileño no se cuida como debiera, han reaparecido noticias acerca de una posible marcha… Y nadie, de forma oficial, se ha preocupado en desmentirlo.
La previa de la última jornada de Liga llegó con una información procedente de Inglaterra en que se aseguraba que su padre, directamente, le habría animado a marcharse “para no vivir a la sombra de Messi”.
Lo publicó el Sunday Express colocando en el plano a los dos gigantes de Manchester, United y City, sin que Josep María Bartomeu, tras el partido contra el Eibar, se tomase la molestia de reafirmar su continuidad.
¿Realmente quiere el Barcelona mantener a Neymar? A partir del primero de julio de 2017 su cláusula de rescisión quedará fijada en 222 millones de euros y alrededor del club, con un discurso tan disimulado como impersonal pero que va calando, crece la sensación de que su permanencia no es innegociable.
Descubriendo la dificultad que existirá, que ya existe, en traspasar a los futbolistas con los que no se cuenta la necesidad de ‘hacer caja’ para fichar jugadores de primer nivel empieza a ser evidente.
SIN NUEVO CAMP NOU… Y CON MESSI
El Barcelona precisa dinero y lo necesita cuanto antes. El retraso en el inicio de las obras del Camp Nou hasta el verano de 2018 pone en el plano esa urgencia del club, tan ocupado en la inmediatez de cerrar el nuevo y millonario contrato de Messi como de confeccionar un proyecto deportivo que recupere la ilusión.
Se habla de Bellerín, de Verratti y de Coutinho sin caer en la cuenta que esas tres operaciones le significarían al Barça una inversión que ya rozaría en su totalidad los 200 millones de euros, a los que sumar otros tantos en la continuidad de la Pulga.
Y como la publicitada y famosa ‘operación salida’ de no pocos jugadores que se saben marcados no arranca al club le urge esa necesidad de ingresar dinero. Mucho dinero.
Tener en el escenario a Neymar, cuya adaptación personal al Barcelona y a Barcelona es absoluta, se entiende como una jugada tan rocambolesca como posible. Oficialmente el club nunca estará por la labor de traspasarle pero todas las noticias que se van generando a su alrededor no ayudan precisamente en ese camino.
Y, mientras, no se apaga, para nada, ese rumor. Así la pregunta es evidente: ¿Quién no quiere a Neymar en el Barça?