<
>

Luis Enrique y su adiós agridulce del Barcelona

Luis Enrique se despidió del banquillo del FC Barcelona con la conquista de la Copa del Rey. Tal como ocurrió con Pep Guardiola, dijo adiós en el Vicente Calderón ganando la Copa una semana después de que el Real Madrid celebrase la Liga.

El entrenador asturiano cierra su etapa de tres años al frente del Barça celebrando 9 títulos, sumando 2 en su última campaña que abrió con la Supercopa de España frente al Sevilla y dando una sensación de evidente agotamiento. 9 trofeos de 13 disputados es su legado definitivo.

La era de Luis Enrique se recordará por el mando absoluto de una MSN en la que se apoyó el Barça para mandar sin oposición su primera temporada en toda Europa y empezar a rebajar su dominio a medida que pasaba el tiempo. El Atlético de Madrid en 2016 y la Juventus en 2017 le expulsaron de la Champions y el Real Madrid le destronó de la Liga en este último curso.

De más a menos, el entrenador asturiano hace meses entendió que era el momento de abandonar la nave y lo anunció con el tiempo necesario para que el club trabajase con calma en su sucesión. Ernesto Valverde está llamado a ocupar el banquillo la próxima campaña con el reto evidente que reanimar a una plantilla que precisa agitarse, en la que habrán, obligatoriamente, cambios, y profundos, para volver a pelear por todos los títulos… Y que necesitará acompañar a Messi de algo más que una pareja de oro.

El Barça ganó la Copa del Rey, la tercera consecutiva por primera vez en 6 décadas, para despedirse de una temporada con sabor agridulce… Y pendiente como está el universo azulgrana de esa final de la Champions con la que el Real Madrid podría asestarle otro golpe moral.

Se marcha Luis Enrique, que resucitó a un Barcelona deprimido tras la temporada de Gerardo Martino y le condujo a la cima con un pragmatismo absoluto. Por encima de todo quiso ganar, sin ocuparle tanto el cómo, y ante eso no hay discusión posible a la vista de su colección de trofeos.

¿Acabó con poco brillo? Sin duda… Pero con el paso de los años, sin recordarse su paso por el banquillo por dejar un poso futbolístico especial, sí se recordará por los éxitos que conquistó.