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BARCELONA -- El FC Barcelona y el Liverpool habrían alcanzado este martes un principio de acuerdo por el traspaso de Philippe Coutinho, quien podría ser anunciado como nuevo jugador azulgrana el viernes, una vez que el club inglés concrete los fichajes en los que trabaja para sustituirle en la plantilla. El jugador brasileño, que se incorporará al Barça tras los dos partidos de su selección, se convertirá en el segundo más caro en la historia del fútbol, solo por detrás de Neymar y con un precio que se estima alrededor de los 191 millones de dólares (160 millones de euros), después de que la empresa propietaria del Liverpool, Fenway Sports Group, aceptase la última propuesta del club español, decidido como estaba a hacer lo imposible por concretar la operación. CONVENCIDO Concentrado con la Seleçao, Coutinho ha mantenido contacto constante con sus representantes y de acuerdo a una fuente cercana a la selección brasileña su convencimiento “es total. Lleva semanas apretando por conseguir el traspase y aquí se da por hecho que ya está”. Giuliano Bertolucci, agente y persona de máxima confianza del futbolista, solventó en los últimos días los obstáculos que se mantenían en Anfield Road, comenzando por un Jurgen Klopp que acabó por plegarse a la decisión final cuando el Liverpool le aseguró que el dinero ingresado por la venta de Coutinho sería utilizado para reforzar la plantilla. Con Bertolucci colaboró estrechamente Kia Joorabchian, afamado intermediario que mantiene estrecha relación con el Liverpool desde el fichaje de Mascherano al West Ham y considerado personaje clave en la operación. Con todo, la oficialidad del traspase no se espera sea una realidad hasta el jueves, último día de mercado en Inglaterra y cuando el Liverpool, que ya cerró el fichaje de Naby Keita para el año que viene, concrete al menos otra incorporación, condición indispensable para el entrenador red, quien manteniendo una postura neutra con Coutinho no ha ocultado su decepción con la forma de actuar del jugador brasileño. Coutinho se convertirá de esta manera en el quinto fichaje del Barça este verano, después de Semedo, Paulinho, Deulofeu y Dembélé, para dar forma a una plantilla en la que se mantiene la duda de si como insinuó el secretario técnico Roberto Fernández aún habría otra incorporación. La salida de Marlon con destino al Niza, en condición de cedido, convierte la posición de central, otra vez, en protagonista. Ahí podría darse la sorpresa semanas después de romperse la negociación con la Real Sociedad por Íñigo Martínez, por cuanto existen dudas acerca de Vermaelen y no hay opinión unánime respecto a Yerri Mina, quien debería llegar en enero. Sin embargo, la gran operación de refuerzos ya está concretada. Paulinho fue el primero, Dembélé el segundo y Coutinho el tercero. Sumando a Semedo y Deulofeu, el Barcelona habrá invertido cerca de 418 millones de dólares (350 millones de euros) después de ingresar los 265 mdd (222 mde) de la marcha de Neymar al PSG y los 4.7 mdd (4 mde) que pagó el Betis por Christian Tello. El nuevo Barça de Valverde ya es una realidad.
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