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El PSG le devolvió la pelota al Barcelona

BARCELONA -- El FC Barcelona aplastó al PSG en el terreno de juego en la pasada Champions y el PSG le devolvió la pelota, de alguna manera, durante el mercado del verano. Comenzó con Verratti, siguió con Neymar y acabó con Di María. Entre todo ello, Coutinho. Y Seri. Y Paulinho. Y Dembélé. Y… un esperpento absoluto.

“Seri está totalmente descartado. Es un buen jugador pero tras analizar todas las cosas tenemos otras opciones” dijo Roberto Fernández, el secretario técnico del Barça, durante la presentación de Dembélé. Lo hizo antes de afirmar que “estamos negociando y podemos traer a un jugador o quizá a dos”, dándose por hecho que uno de ellos era Coutinho, el número uno en la lista del club.

Pero Coutinho no vino. “Nos han engañado” expresó a ESPN una fuente de la propia negociación, aseverando que a pesar de todo el discurso oficial del Liverpool, de puertas adentro se avanzaba en la negociación por el futbolista brasileño. Nada fue así. El 31 de agosto se cerró el mercado inglés sin que desde Anfield se diera ninguna señal. Y el 1 de septiembre, fecha definitiva en España, tampoco se dio nada.

El Liverpool no atendió ninguna de las cuatro ofertas que le llegó a presentar el Barcelona en los últimos meses y, de manera extraña, el último día, en el último momento, el club azulgrana se lanzó a la desesperada a por el doble objetivo de Thomas Lemar y Àngel Di María. El joven delantero francés duró un santiamén en el escenario por cuanto el Mónaco trasladó su negativa a negociar porque, entre otras cosas, el propio jugador expresó el jueves su deseo de seguir en el club del Principado otra temporada.

Di María protagonizó dos horas alucinantes, con una reunión por videoconferencia entre las oficinas del Barcelona y las del PSG, con el Barça ofreciendo 35 millones y el PSG exigiendo 60, aumentando hasta los 45 el club azulgrana y no rebajando más allá de los 55 el club galo.

Cerca de las once de la noche se acabó. “El mercado ha enloquecido, se piden cifras fuera de mercado y no se fichará a nadie” trasladó el Barça, cuando entendió que ya estaba fuera de juego totalmente. No supo medir los tiempos desde que se estrelló en su deseo de fichar a Verratti y menos aún como respuesta al atraco de Neymar.

“Con este dinero podremos fichar otros jugadores. Es una buena solución” llegó a explicar Bartomeu cuando Neymar ya era jugador del PSG. La realidad ha golpeado al club de mala manera. Un esperpento absoluto.