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BARCELONA -- Entre Giuly y Henry, Dembélé. Trece años después del estreno del menudo delantero en Santander y al cabo de nueve de que lo hiciera Titi, también en El Sardinero, el joven delantero procedente del Borussia Dortmund vivirá su puesta de largo en el Camp Nou. El último francés, el jugador más caro de la historia del Barça en un examen de primer nivel. “No hay que cargarle con más responsabilidad de la necesaria” apuntó Valverde, quien sin reconocer abiertamente su presencia en el once titular sí deslizó que acompañará a Messi en el equipo. Existen ganas de ver como ‘se entiende’ con el crack argentino, que podría llevar el brazalete de capitán en el derbi si descansa Iniesta, y expectación por comprobar si se estrena con brillantez y gol. Eto’o fue el último crack que debutó marcando (al Racing en 2004), en una lista en la que figuran también el triplete de Romario a la Real Sociedad, los dobletes de Cruyff al Granada y Rivaldo a la misma Real Sociedad o la diana de Stoichkov, en 1990, frente al mismo Espanyol ante el que se estrenará el francés. A Dembélé se le espera con expectación, con ganas de ver qué puede ofrecer y sin quererse, al menos de entrada, colocar su precio en el centro del escenario. “Tiene la dificultad no solo del dinero, sino de la comparación con Mbappé y de haber sido protagonista en un mercado muy hinchado” explicó a ESPN una persona cercana al vestuario azulgrana y que admitió que en el club existe una confianza “absoluta” en su futuro. El ‘sucesor’ de Neymar, el crack de los 105 millones de euros, vuelve a los terrenos de juego más de un mes desués de su último partido, cuando se alineó con el Borussia Dortmund ante el Bayern Múnich en la Supercopa alemana. Al cabo de pocos días se rebeló y, no presentándose a un entrenamiento, dio a entender su deseo de abandonar el club para fichar por el Barça. Desde su llegada al Camp Nou, a la Ciudad Deportiva, su figura ha sido examinada con lupa por los servicios médicos y deportivos del Barcelona. 68 kilos repartidos en 1,78 de altura. Pura fibra, velocidad y desequilibrio en velocidad... Y la necesidad, se estima en el club azulgrana, de ganar peso y volumen muscular sin que ello perjudique una explosividad que se considera excepcional.
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