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Piqué y Sergi Roberto, próximas renovaciones del Barcelona

BARCELONA -- El FC Barcelona ha comenzado a trabajar en la renovación de Gerard Piqué y Sergi Roberto, cuyos contratos acaban en junio de 2019 y que son considerados indispensables en los planes deportivos del club.

Los dos jugadores recibirán en breve una propuesta del Barça para prolongar su permanencia, por dos temporadas más en el caso del central, y de tres para el centrocampista, y con el ánimo de concretar un acuerdo en un plazo no muy extenso, a ser posible antes de acabar este año 2017.

En el caso de Piqué, quien cumplirá 31 años en febrero y cumple su décima temporada en el equipo azulgrana, no se sospechan demasiados problemas para llegar a una entente, tanto por la disposición de la que siempre ha hecho gala el central como al ascendente que tiene tanto en el vestuario como en el entorno, que hacen impensable, por la factura mediática que supondría, un desencuentro público.

Intuir una retirada de Gerard en el Barcelona es, sin embargo, arriesgado porque él mismo nunca ha ocultado su interés en acabar su carrera lejos de España... Antes de regresar al club en otros cometidos, como sería el de posicionarse para presidir el club.

LÍDER SILENCIOSO
En el caso de Sergi Roberto, la necesidad del club estriba en convencer al jugador de olvidar los cantos de sirena que, se sabe, ha recibido durante este año, atendiendo tanto a su baja cláusula de rescisión (40 millones de euros) como al interés que ha despertado en diversos clubs.

Jugador muy bien valorado por Valverde por su polivalencia y, también, por el secretario técnico Robert Fernández por su compromiso con el club, a Sergi Roberto, que cumplirá 25 años en febrero, el Barcelona le ofrecerá una prolongación hasta junio de 2022, aumentando considerablemente su salario y, también, su cláusula, que podría llegar a los 100 millones de euros.

Si Piqué es considerado uno de los líderes en el vestuario, con Sergi Roberto el club entiende que tiene a un valor de futuro de incuestionable valor y que en un plazo de cuatro años puede pasar a ser uno de los jugadores clave de la plantilla, un líder silencioso indispensable para el buen funcionamiento del equipo.