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Zidane está entre la espada y la pared ante la situación de Bale

MADRID -- El manejo institucional de la información en torno a la lesión de Gareth Bale ha dejado mal parado a Zinedine Zidane, que por seguir la línea impuesta por el club ha cambiado hasta tres veces de versión. De un “se le subió el gemelo” el 26 de septiembre, pasó a una “sobrecarga” a principios de mes, y hoy, obligado por el parte médico que el Real Madrid ha hecho público forzadamente después de que el jugador se sometiera a pruebas con la selección de Gales a un “edema sin rotura fibrilar en el sóleo de la pierna izquierda”.

Hoy, cuando la realidad ha rebasado al Real Madrid y a su entrenador, pues no cesan las dudas en torno al estado del jugador, ya no hay como ocultarlo: ha sido en Madrid, no en Dortmund, o Cardiff, como quiso dar a entender el club, cuando el jugador se ha hecho daño.

Peor aún: sucedió horas antes de que Zidane saliera a insistir en que se trataba de una “sobrecarga, nada importante” y que lo tendría en cuenta para entrar en la convocatoria para recibir al Espanyol el 1 de octubre. Algo que, naturalmente, no ocurrió.

“Es verdad que después de Dortmund estaba solo cargado. Esa es la realidad. No es en Gales, es aquí (cuando se lesionó). Dos días después, no sé si el sábado, él quiso hacer algo para probar y ahí ha notado el sóleo. Él ha tenido dos cosas. Es verdad que hablamos de una, pero es lo que pasó. Yo decía del Dortmund pero era solo eso. Pero dos días después quiso hacer algo y lo notó…”, tuvo que admitir Zinedine Zidane en la rueda de prensa celebrada este viernes tras el entrenamiento del equipo merengue, el último antes de visitar al Getafe. Partido en que, desde luego, no estará el atacante.

Tras verse obligado a revelar la naturaleza de la lesión de Gareth Bale, Real Madrid había intentado achacar la lesión a un entrenamiento con Gales hasta que el seleccionador Chris Coleman contradijo al club al afirmar que el jugador “llegó (a Cardiff) el domingo (1 de octubre) en la noche, sintió molestias en el gemelo y lo examinamos el lunes (2 de octubre) por la mañana”.

Zidane intentó explicarse repartiendo algo de responsabilidad al jugador por “intentar hacer lago” en el entrenamiento en que se produjo la lesión.

“El día del Espanyol él se ha resentido algo, pero cuando el jugador cuando dice siento algo no lo metemos y ya está. Estamos todos aquí para ver qué ha pasado pero luego se va con Gales, se hace resonancia, dice que tiene una cosa… vuelve aquí y ahora lo que tenemos que tener es tranquilidad, no hay remedio.

Él estaba muy bien en Dortmund, en San Sebastián… había vuelto con ilusión y se ha hecho daño, hay que tenerle paciencia. Lo bueno, por lo menos la información que tengo, es que quiere volver. Él está bien con cómo han pasado las cosas. Vamos a ver si son dos, tres, cinco días. No sé más de lo que estoy diciendo”, señaló el técnico.

El estado de Gareth Bale y sus numerosas lesiones (17 desde que llegó en 2013) son un tema espinoso para el Real Madrid, pues cada vez que el jugador se pierde un partido por motivos físicos arrecian las críticas en torno a su fragilidad – lo que no ayuda a su aceptación entre los aficionados y prensa local, que desde el momento en que pisó Madrid lo han visto con suspicacia.

El tema incomoda al técnico, que después de tres semanas, viene a recordar que “no es médico” y por tanto no puede dar un tiempo estimado para su vuelta.

“No sé; yo no soy médico. No soy fisioterapeuta. No puedo hablar más que de lo mío. Tengo confianza en la gente que trabaja aquí. Él está lesionado… él es el primero que está jodido (con su lesión). Es el primero, él no quiere estar fuera. Pero son cosas que pasan y hay que aceptarlo. Espero que vuelva rápido y ya está.

"Ha tenido dos cosas. En Dortmund parecía un poco cargado y al final se ha resentido de algo en el sóleo. No te puedo decir cuándo ni cómo (volverá), pero sí que está mejor. Vamos a ver día a día. No podemos decir si vuelve en una semana, diez días… veremos al día a día y volverá cuando esté bien”, dijo Zidane.