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BARCELONA -- Messi llegó a Barcelona el miércoles a última hora de la noche procedente de Ecuador. Descansó el jueves, entrenó el viernes y el sábado ya se volverá a vestir de corto. No para jugar un partido amable o tranquilo… Le espera el Atlético de Simeone. Una prueba que a menudo celebra con felicidad pero que casi siempre le exige al máximo. Le espera un teórico rival en la pelea por el título y un nuevo escenario, el Wanda Metropolitano, en el que está dispuesto Leo a dejar la misma impronta que quedó en el recordado Calderón. Del Messi argentino al Messi azulgrana se conoce y sabe la exigencia que rodea cada uno de sus partidos. Más aún los considerados especiales como será este. “Messi puede resolver cualquier partido. Tiene la carga de ser el mejor del mundo y la lleva con un nivel de competitividad absoluto” expresó Valverde en la sala de prensa de la ciudad deportiva del Barça este viernes, sin saber quizá ya sacar una novedad en el discurso que se refiera a su número 10, presto como está a dar cada día, a cada partido, una muestra más de lo que es y significa para el fútbol. Leo, Lionel, la Pulga, volvió especialmente feliz a Barcelona en este último viaje. Se quitó un peso de encima en Ecuador y una persona cercana al vestuario azulgrana admitió que el partido en Quito puede ser “especial” en el devenir inmediato. El crack, que llevó a la Albiceleste a tres finales de la Copa América y a la de un Mundial que se le escapó por aquello que en su día Cruyff bautizó como “detalles”, completó probablemente su actuación más fantástica con la camiseta blanquiazul, para acabar cualquier debate. “El mejor descanso, de momento, es la victoria porque libera la mente” se explica alrededor de la plantilla, por más que, igualmente, se entienda que el argentino precisa, más pronto que tarde, una parada… Que de momento no le otorgará Valverde. “Leo ha hecho una pretemporada normal, en cuanto a que ha sido un verano típico y ha trabajado bien. Mientras avance la temporada valoraremos pero de momento está bien” concluyó el entrenador, aunque con su equipo de trabajo valore darle ese descanso en el partido de la próxima jornada frente al Málaga. Messi, quien ha marcado un total de 27 goles al Atlético de Madrid para convertirle en su segunda víctima predilecta por detrás solamente del Sevilla, suma 1.350 minutos desde que comenzó la temporada, en la que no ha descansado, exprimido tanto por Valverde como por Sampaoli, al que sacó del atolladero en Ecuador inmediatamente después de volver a calzarse los botines en Madrid. Valverde nunca ha sido capaz de ganarle a Simeone y es a través de Leo que confía en cambiar ese escenario. Con Messi “todo es posible” se repite en la ciudad deportiva del Barça. Y esa es, sin duda, la mejor noticia para su entrenador y para el barcelonismo entero.
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