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BARCELONA -- El FC Barcelona, líder, recibe al Málaga, colista. La confianza contra el miedo, la ambición frente a la depresión. La figura inmaculada de Ernesto Valverde enfrentada a la figura derrumbada de Michel. “Hay que saber mantener el equilibrio porque un día estás arriba y otro abajo”, recordó el entrenador del Barça apartándose de los elogios que se repiten hoy a su labor… Bien debe saberlo el técnico del Málaga, cuya permanencia en el banquillo blanquiazul tiene para muchos fecha de caducidad. Inmediata. Michel se hizo cargo del Málaga el siete de marzo de 2017, después de que el equipo andaluz solo ganase un partido de quince, con diez derrotas, y pasara de pensar en Europa a mirar con preocupación hacia la cola de la clasificación. El madrileño dirigió las últimas 12 jornadas con un rendimiento que se consideró óptimo (6 victorias y 4 derrotas), y fue confirmado en su puesto… Pero la profunda remodelación de una plantilla de la que se marcharon Sandro, Fornals, Llorente, Camacho o Kameni afectó, ha afectado, al Málaga de mala manera. Tal es así que no conoce la victoria, solo sumó un empate (3-3 frente al Athletic en la jornada sexta) y tras la derrota de la octava fecha ante el Leganés se dio por consumado el despido de un Michel que ha pasado de ídolo a maldito en La Rosaleda. Al equipo blanquiazul no le llega la visita al Camp Nou en el mejor momento. La última temporada arrancó un excelente empate (con Juande Ramos en el banquillo) y en febrero de 2015 conquistó su última victoria en un escenario en el que solo ganó tres veces en toda su historia liguera, la anterior en 1999, después de conseguirlo en 1972. Y viendo el desempeño de unos y otros, ahora mismo, no se contempla demasiado probable que al Barça se le escape el triunfo. Al-Thani, presidente y dueño del Málaga, agitó el club despidiendo al director deportivo Francesc Arnau y recuperando para el puesto a Mario Husillos, quien se presentó dando un espaldarazo al entrenador. “Puedo garantizar su continuidad porque no veo que su salida sea una solución” afirmó el dirigente argentino, quien desveló que en el vestuario andaluz “existe unanimidad a su lado. Es un gran entrenador y mantiene todo el carisma”. Con o sin carisma, sin embargo, la posición de Michel es cada vez más débil y el Camp Nou, un estadio que siempre le fue hostil como jugador histórico que fue del Real Madrid, disfrutaría especialmente de su caída, al considerarlo uno de esos futbolistas especialmente despreciados por la hinchada, a la altura de Hugo Sánchez, Hierro o Buyo en su época de esplendor.
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