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Paola Núñez | ESPN Digital 6y

Real Madrid: Viajar, jugar y callar

MADRID -- La primera visita liguera del Real Madrid a Montivili de este domingo debía ser una fiesta para el Girona, que por primera vez compite en la máxima categoría del futbol español. Pero la situación en Cataluña lo ha enturbiado todo.

La proclamación de independencia de Cataluña en el Parlament, y la respuesta del Gobierno de España suspendiendo temporalmente la Autonomía asumiendo el control del gobierno local y cesando a más de 150 altos cargos ha provocado que en la capital española se susciten todo tipo de temores en torno al viaje del club más representativo de la capital – y que históricamente ha sido visto como una de las instituciones deportivas más cercanas al poder. Tanto, que incluso se llegó a desatar el rumor de una posible suspensión del encuentro tras un alarmista reporte en una radiodifusora madrileña.

Durante las últimas 48 horas, tanto Girona, como autoridades de la Federación Catalana de Futbol o la Liga han intentado devolver la normalidad al encuentro por venir.

El Real Madrid calla y mantiene el curso.

“Nada; ninguna (notificación de la Liga al respecto). Nosotros, con normalidad. Vamos a viajar esta tarde como siempre y jugar mañana a las 16:15. Nada más”, ha dicho Zinedine Zidane, la única cara visible del club en estos días, en rueda de prensa celebrada tras el último entrenamiento del equipo merengue.

El plan de viaje es casi el habitual. Real Madrid tomará un vuelo a las 19:00 con rumbo a Girona. Posteriormente se hospedarán en el hotel Bellavista, donde descansarán en las horas previas, y volverán a Madrid en cuanto termine el encuentro. El club tampoco ha modificado el protocolo de seguridad privada habitual, ni los planes del presidente Florentino Pérez de acudir al encuentro.

Lo harán, eso sí, a discreción. Desde hace varios días trascendió que el Real Madrid no se desplazará en su propio autobús, evitando así portar distintivos relacionados con el club – si bien la explicación informal en las oficinas del Santiago Bernabéu se reducen a una cuestión de logística, pues recuerdan que la próxima semana viajarán a Londres para medirse al Tottenham en Champions League.

Desde Girona, en tanto, apuntan a un aumento de elementos de seguridad en el perímetro del estadio, así como las inmediaciones del hotel en que se hospedarán los merengues. Eso sí, en el club catalán se han asegurado de aclarar que “se trata de las mismas medidas de seguridad adoptadas para (la visita) del Barcelona”, según declaró el viernes el presidente de la institución, Delfí Geli.

Bien es cierto que el Girona, como institución, se ha mantenido al margen de la situación política desde que inició el proceso independentista a mediados de septiembre, y que las manifestaciones políticas en las gradas de Montivili han sido escasas.

Pero Girona, ciudad natal del hasta esta madrugada Presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, es un bastión del movimiento independentista, donde los partidos proindependentistas Junts pel Sí y CUP sumaron el 70% de los votos en los comicios de 2015, razón que hace temer en la capital por la seguridad, tanto de aficionados como de jugadores; temor que las autoridades locales han intentado mitigar en las últimas horas.

“En Girona, como en toda Cataluña, somos personas civilizadas y responsables. En absoluto se tendría que temer por ningún tipo de problema, más allá de los habituales en los campos de futbol, en los que a veces hay aficiones que no se comportan como deben” dijo el viernes, la alcaldesa de la ciudad, Marta Maderas.

Tanto el Girona, como el Real Madrid, intentan ajustarse a la postura neutral. La que dice no mezclar política y futbol. Algo que, por lo demás, cada vez resulta más difícil. En especial cuando el propio presidente de la Liga, Javier Tebas ha anunciado públicamente su asistencia a las “marchas por la unidad de España” convocadas por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAS), grupo vinculado con la extrema derecha, como la que tuvo lugar este sábado en el centro de Madrid al mismo tiempo que Zinedine Zidane atendía a los medios y a la que confirmó su asistencia a través de un twitt.

Zidane, como sus jugadores, intentan sustraerse de la situación.

“Yo solo veo el partido mañana; yo sé que hay mucho ruido alrededor, muchas cosas, pero no me meto. Vamos a viajar pensando únicamente en lo que vamos a hacer en el campo que es lo que me importa a mí. Nada más.

No tiene que ser algo especial para nosotros (el partido). Es un partido de Liga que jugaremos mañana y no vamos a pensar en el contexto que lo rodea. Seguimos la situación, es cierto, pero nos concentramos en el partido”, insistió el entrenador, quien además se ha visto obligado a arropar al arquero Kiko Casilla, nacido en Cataluña y designado titular para el encuentro en ausencia de Keylor Navas.

“(Casilla) el portero del Madrid. Está tranquilo, preparando su partido independientemente de dónde ha nacido o dónde está. No lo va a cambiar. Está pensando sólo en el partido de mañana y hacer bien las cosas. El resto no lo hemos hablado; sabemos la situación, pero no lo hemos hablado”, insistió.

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