Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 6y

Zidane, en su peor momento mantiene el optimismo

MADRID -- La derrota del Real Madrid 2-1 en la cancha del Girona dejó expuesto a Zinedine Zidane.

El técnico francés no había atravesado por un momento tan difícil; el juego de su equipo genera cada vez más dudas y en todas las competiciones.

Fue casi un golpe de suerte que tomara ventaja en los dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Fuenlabarada gracias a dos tantos de penal y el miércoles tiene que ir a pelear por el liderato de grupo de Champions League a la casa de un equipo al que a duras penas pudo sacarle el empate en el Santiago Bernabéu, el Tottenham. Pero lo más preocupante está en la Liga.

Real Madrid comenzará noviembre en la tercera posición, empatado con el Atlético de Madrid con 20 unidades y a ocho del líder, Barcelona. Ha dejado diez puntos tirados en diez partidos sin haberse enfrentado más que a un rival directo en la lucha por el título, Valencia. Y apenas pudo sacar el empate 2-2 en casa.

Real Madrid tiene problemas más graves que la falta de gol de Cristiano Ronaldo -- que pesa lo suyo, dado que su elevada producción ha supuesto el 40 por ciento de los goles del equipo en los últimos siete años.

El portugués sigue sin carburar en Liga. Apenas ha marcado un tanto en la competición, el que le dio la victoria por 2-1 sobre Getafe, y tras seis partidos jugados, está firmando su peor inicio de campaña desde que llegó al club.

Pero no solo Cristiano es el único que sufre de cara a gol, ni sus problemas se limitan a los fallos frente portería rival. Real Madrid no está creando tantas oportunidades de gol como debería; ante Girona apenas lograron tirar seis veces a puerta, de 15 intentos.

Tantos como el rival, un equipo recién ascendido, que lucha por la permanencia y que de no ser por dos postes, habría ganado 4-1. Y ahí radica otro gran problema (crónico) del Real Madrid: la fragilidad defensiva. En diez partidos de Liga solo ha logrado mantener la puerta a cero en tres ocasiones, ante Deportivo, Espanyol y Eibar.

Hasta este domingo contaba todos sus partidos como visitante (7) como victorias, lo que supuso un récord de 13 triunfos a domicilio al hilo. Sin embargo, no ha podido evitar recibir al menos un tanto fuera de casa desde la victoria por 0-3 sobre el Deportivo en la Jornada 1.

Ni Keylor Navas, que se ha perdido los últimos dos partidos ligueros por lesión, ni Kiko Casilla han sido determinantes para cosechar puntos. Y mucho menos la zaga, que frecuentemente se encuentra descolocada y comete errores graves. Los dos tantos con que Girona firmó una histórica victoria fuero producto de errores defensivos de los centrales Sergio Ramos y Nacho Fernández, que entró en la segunda parte para sustituir a un lesionado Raphael Varane.

La de Varane es la lesión número 13 que se registra en el Real Madrid desde principios de agosto, la mayoría de ellas musculares, algo que empieza a incomodar en el club después de que la directiva tomara la decisión de reemplazar al staff médico a principios de campaña -- una de las razones, además de la mala relación con el plantel, radicaba en el elevado número de lesiones musculares que había presentado el Real Madrid en las últimas cuatro temporadas.

Y si bien es cierto que las numerosas lesiones que ha sufrido el Real Madrid han provocado que la progresión de jugadores clave, también ponen al descubierto los fallos en la planeación de la temporada. Real Madrid se reforzó con jugadores de talento, pero jóvenes y sin los galones necesarios para situaciones como la de Girona, en que el técnico necesitaba un revulsivo para dar la vuelta al marcador.

Luego está la discutida táctica de Zidane, que cada vez que necesita reconducir, opta por llenar el campo de gente de ataque sirviendo centros a granel a Cristiano y que, como tantas veces, no ha dado resultado y ha acabado con un equipo partido que corre sin dirección.

Ante Girona probablemente Real Madrid dio la peor actuación en la era de Zidane. En diez jornadas ha cosechado ya dos derrotas. El año pasado, cuando se proclamó campeón, tardó 16 semanas en caer dos veces. Y en las Ligas de casi 100 puntos, más de tres descalabros suponen perder las opciones al título.

"Esto lo podemos levantar. Tendremos días mejores y los rivales van a perder puntos igual", señaló Zidane, siempre optimista, tras sufrir su segunda derrota de la campaña.

Cualquier otro técnico, en esta situación, sería abiertamente señalado como culpable. Zidane, recientemente reconocido como técnico del año por la FIFA gracias a esa gloriosa campaña 2016-17, tiene algo más de crédito -- pero no mucho más.

Deberá limpiar su imagen en Wembley y, asegurar al menos la tercera plaza cuando visite al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano tras la fecha FIFA en un partido que se antoja clave.

Cualquier otra cosa que no sea una victoria ante el Atlético puede dejar a su equipo fuera de la competición de Liga en pleno noviembre.

El momento para el Real Madrid es crítico. Se había presentado en agosto como principal candidato a ganarlo todo y preocupa al madridismo -- sobre todo cuando el equipo había generado una euforia un tanto desmedida después de llevarse la Supercopa de España con dos victorias sobre el Barcelona. Tres meses después los papeles se han invertido y el Madrid ya no encuentra como solucionar su situación.

"Nos preocupa todo; estamos lejos del rival (Barcelona), de nuestro objetivo. Pero debemos tener la cabeza fría. Hay que jugar mejor y trabajar más", dijo Casemiro a la televisión española tras el encuentro disputado en Montilivi.

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