BARCELONA -- Dani Alves jugó, entre 2008 y 2016, un total de 391 partidos con el Barcelona, conquistó 23 títulos y es considerado, con certeza, el mejor lateral derecho de la historia moderna del club. Probablemente el mejor de siempre… Aunque los absolutismos casen poco con la historia.
Este 20 de noviembre se cumplen diez años del contacto definitivo entre Dani Alves y el Barça. El día que, concentrado con la selección de Brasil para enfrentar a Uruguay, se conoció que había dado el visto bueno de su fichaje al entonces Director Deportivo del Barça Txiki Begiristain.
La operación no se consumó hasta siete meses después, cuando el Barça vendió a Zambrotta por 10 millones de euros al Milan y pagó 29,5 al Sevilla por Alves, que con los variables alcanzaron los 35,5 millones, una cantidad que mereció no pocas críticas en su momento… Pero que fueron sobradamente amortizados a la vista de su rendimiento.
De sopetón, con el número 20 a la espalda, Alves sumó en su primera temporada, cerrada con un triplete histórico, 54 partidos de los 62 que disputó el Barça. Nadie, ni Víctor Valdés, jugó tanto como él, que se adueñó de la banda derecha y redescubrió la figura del carrilero tan añorada en el Camp Nou.
Y, acaso lo principal con el paso de los años, se convirtió en el mejor socio de Leo Messi en aquella banda. Su fútbol en el Sevilla había prendado a Begiristain, que convino que Dani Alves se convertiría en un excelente apoyo para el entonces joven Messi en la banda derecha. Los años le dieron la razón a quien hoy es el director deportivo del Manchester City… Que persiguió, otra vez, su fichaje.
Al futbolista brasileño, hoy en el PSG tras dejar en la estacada al Manchester City habiendo jugado una sola temporada temporada en la Juventus, le fichó el Barça en el verano de 2008 solventando el ‘error’ cometido en 2006, cuando tras el Mundial de Alemania prefirió pagar 14 millones de euros a la derruida Juve por Zambrotta, campeón del Mundo, que seguir discutiendo con el entonces presidente del Sevilla, José María del Nido, que exigía 27 millones, los mismos que en 2005 le había pagado el Real Madrid por Sergio Ramos… Jugador al que persiguió sin suerte Txiki Begiristain.
ENTRE BELLETTI Y ZAMBROTTA
Entre una cosa y otra, entre 2005 y 2008 el Barça facturó a Belletti (el héroe de París) al Chelsea, observó como la frialdad de Zambrotta coincidía con el derrumbe de la era Rijkaard y entendió la necesidad de deshacer sus pasos para volver a mirar hacia Sevilla para reactivar el fichaje que tuvo en el plano Begiristain en cuanto se perdió la pista a Sergio Ramos.
Y el 2 de julio de 2008 vivió su puesta de largo Dani Alves como futbolista del Barcelona. Llegó al Camp Nou en compañía de Seydou Keita desde el Sevilla y siendo presentado como una apuesta de la dirección deportiva, más allá de Pep Guardiola, quien conoció cuando fue elegido por Laporta como entrenador que las gestiones por el fichaje del lateral estaba ya encaminado.
Begiristain adivinó con meses de antelación que la temporada 2007-08 acabaría en ruptura, en la necesidad de cambiar el armazón del vestuario y solventó que Alves era una de las piezas sobre las que se debía construir el futuro del equipo.
Y viajó hasta Sao Paulo para concretar el OK con el lateral brasileño, que en aquel partido frente a Uruguay disputó solo los últimos cinco minutos en lugar de Maicon. La victoria de la canarinha la protagonizó con un doblete Luis Fabiano, veteranísimo delantero del Vasco da Gama y entonces delantero del Sevilla, que le fichó en 2005 al Porto… Porque un año antes Laporta desautorizó a su entonces vicepresidente Sandro Rosell y prefirió a Eto’o antes que al brasileño.
Aunque esa ya es otra historia…