BARCELONA -- “Yo creo mucho en Dios y siempre le doy las gracias. Mi mamá me hizo ser creyente” reconoció Yerry Mina en su primera comparecencia ante los periodistas de Barcelona, en una rueda de prensa de presentación a la que trasladó la humildad y alegría que mostró antes en el césped del Camp Nou.
“Vine a trabajar, a colaborar y a pelear por un puesto en el equipo, con humildad” afirmó el jugador colombiano, siempre con una sonrisa en la cara, siempre mostrando ese “agradecimiento” a la fortuna que le ha llevado hasta un Barcelona que concretó su “sueño”.
“El Barcelona es un gran club” repitió, reconociendo entre risas que “cuando me dijeron que nos vamos a Barcelona… pegué un brinco en la cama por la felicidad”, y dejando claro que a partir de ahora comienza una labor “tranquila” para hacerse un hueco en una plantilla que, solventó, “es extraordinaria”.
Mina mostró una calma aplastante, una tranquilidad y satisfacción que rompió esquemas y que le llevó a confirmar sin atisbo de duda o vergüenza la razón por la que se descalzó al entrar en el Camp Nou. “Con las palmas de los pies tocarás el terreno que quieres conquistar”, citó el zaguero un versículo de la Biblia, explicando que no será una acción que vaya a repetir en otros estadios: “Solo me quito el calzado aquí, en mi casa… Quería pisar con la planta de mis pies este césped”.
Tuvo palabras para la hinchada, tanto la local como la colombiana, a quienes agradeció “el recibimiento que me han dado. Ojalá pueda corresponder con mi trabajo”, a la vez que destacó el “gran ambiente” que dijo haber descubierto en el vestuario de su nuevo equipo.
“Me llamó la atención la humildad de Messi, que dejó el entrenamiento, estando yo en el banquillo, para venir a saludarme”, concretó… proclamando sin ningún atisbo de duda que Leo “es el mejor futbolista del mundo”.
“Estaré bien para jugar allá donde decida el entrenador” resumió Mina, quien acabó dejando claro que no tiene prisa, pero tampoco pausa, para hacerse un lugar en el Barça.