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La eliminación del Real Madrid en cuartos de final de la Copa del Rey tras la derrota por 1-2 ante Leganés de este miércoles ha sido la gota que derramó el vaso. Ha sido un "fracaso" según Zinedine Zidane. El técnico dijo tener la "responsabilidad" ante la histórica derrota a manos del conjunto pepinero, pero no se guardó a la hora de repartir "culpas" entre los jugadores que disputaron el encuentro, reprochando veladamente su mala actuación. "Después del partido de ida, haciendo la primera parte que hicimos, no podemos. Es un resultado lógico, porque el adversario ha hecho su partido y nosotros no. Para mí es un fracaso hoy. Estoy muy decepcionado. Voy a asumir la responsabilidad, pero voy a seguir trabajando. Mañana es otro día. Lo que hay que hacer es levantarse y pensar en el partido del sábado, pero hoy es un palo muy duro", dijo Zinedine Zidane en rueda de prensa tras el encuentro. Zidane ha sido el principal señalado por la afición tras la debacle debido a su decisión de reservar para Valencia a los hombres más decisivos de su equipo enviando a la cancha, de nuevo, al grupo de suplentes que gozan de escasos minutos en el resto de torneos. Zidane, esta vez, dejó expuestos a sus jugadores. El técnico dijo "asumir" la responsabilidad de su decisión, pero no eximió a los jóvenes de su parte. "Asumo lo que hago. De los jugadores que tienen que descansar. Cuando miras el equipo de hoy no podemos decir que no es un equipo competitivo. Yo siempre intento meter un equipo competitivo y en el papel lo era. Luego en la primera parte no competimos. (Los jugadores) sí tienen una parte de culpa porque están en el campo, pero soy el responsable. En 90 minutos las cosas tienen que cambiar y no lo hemos hecho. La culpa la tenemos todos, pero soy yo el responsable", dijo el técnico. Sin Copa, y sin opciones en la Liga, al Madrid solo le queda la Champions League. Zidane, que lo sabe, no tiene más remedio que dedicar las próximas tres semanas a preparar el choque de octavos de final frente al PSG que si ayer lucía fundamental, hoy se percibe como única esperanza. "Tenemos que disculpar a la gente", dijo Zidane, en referencia a la sonora pitada con que el Bernabéu despidió al equipo - y su técnico. "Es un palo duro pero 2018 no está terminado. Tenemos que asumir la situación y levantar mañana. El sábado tenemos un partido y el día 14 un partido de Champions", concluyó.
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