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BARCELONA -- El Barça vuela en la Liga, está en la penúltima estación de la Copa y espera con indisimulado optimismo el cruce de octavos en la Champions. Con 3 derrotas en 34 partidos oficiales, solo una en los últimos 32, y la inclusión en el equipo de un Coutinho que dio la sensación de encajar a la perfección en el engranaje de Valverde, pensar en la conquista del triplete no es ya una utopía alrededor del Camp Nou. El líder, eso sí, recibe este domingo al Alavés, rival más incómodo de lo que cabría suponer. El conjunto vasco, subcampeón de Copa en la despedida de Luis Enrique como entrenador azulgrana, fue el último equipo capaz de ganar un partido de Liga en el Camp Nou, en septiembre de 2016, para empezar a mostrar las grietas que acabaría sufriendo el último proyecto del antecesor de Valverde en el banquillo. Cerca de 17 meses después, la realidad dibuja un Barça poco menos que intocable y que esta temporada, tras el varapalo en agosto frente al Real Madrid, suma 14 victorias y un solo empate en el Camp Nou en partidos oficiales. Para Abelardo, histórico jugador azulgrana y tercer entrenador del Alavés esta temporada, la misión se presenta poco menos que imposible, a pesar de haber sacado al equipo del descenso y sumar 7 victorias en 11 partidos. EMPUJE DEFINITIVO El líder acumula un total de 26 partidos ligueros sin conocer la derrota en Barcelona. 22 victorias y 4 igualadas que siendo de 8 triunfos y un solo empate este curso han provocado que sus números como local le catapulten casi tanto como su proyección lejos del estadio. La España futbolística no alberga dudas respecto a campeón de Liga. Invicto al cabo de 20 partidos del torneo, la jornada comienza con 11 puntos de ventaja respecto a Atlético y un vestuario azulgrana con prisa por dejar solventado el campeonato, poder centrarse en la Champions, superar al Valencia en la semifinal de Copa y encarar con tranquilidad la recta final de la temporada. Se entiende este estado general de optimismo alrededor del Barça atendiendo a su fortaleza futbolística a todos los niveles y a la normalidad, cautela, con que encara el día a día Valverde, feliz con la llegada de Coutinho a la plantilla y totalmente entregado a un vestuario que, lo convino Messi en la presentación de sus nuevos botines, se mantiene unido en camino a lograr ese objetivo final: ganarlo todo. Está por ver si el Barcelona lo conseguirá, pero ya se está viendo, partido a partido, la solidez de un equipo que invita a los suyos a soñar.
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