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Gerard Piqué sacrifica descansos para acelerar su recuperación

BARCELONA — Gerard Piqué acelera su puesta a punto para jugar el sábado con el Barcelona en Eibar, después de descansar en el último partido frente al Getafe frenado por una elongación en el ligamento lateral externo de la rodilla derecha pero nada dispuesto a apartarse del plano, a pesar de los riesgos, en este momento de la temporada.

Su regreso al equipo, que se sumaría al de Samuel Umtiti después de que el francés no pudiera jugar el último encuentro por sanción, provocaría el regreso al banquillo de Yerry Mina, a pesar de su buena actuación en su estreno en el Camp Nou. El cuarto central de la plantilla, Vermaelen, sigue lesionado y aunque también acude a recuperarse a la ciudad deportiva no se cree que obtenga el alta esta semana.

El central catalán se lastimó en el derbi ante el Espanyol en Cornellá y sorprendió al jugar el definitivo partido de Copa en Mestalla contra el Valencia, del que se retiró en los minutos finales con claras muestras de dolor. El club no facilitó nunca ningún comunicado médico, dejando en manos del propio jugador todas las decisiones y aunque forzó para seguir en primera línea frente al Getafe, Valverde solventó darle descanso. No parece que pueda el entrenador mantenerle alejado del foco.

Martes y miércoles, jornadas de descanso para la plantilla azulgrana, Piqué acudió a la ciudad deportiva para seguir ejercicios de recuperación con la intención de regresar al once titular ya en Eibar, último choque antes del regreso azulgrana a la Champions con un partido de máxima exigencia en Londres contra el Chelsea.

El entrenador del Barcelona, que además de Piqué dejó fuera del once del último encuentro a Iniesta y Paulinho, meditaría seguir con sus rotaciones ante el Eibar con el objeto de llegar con el equipo bien fresco a Stamford Bridge, aunque los cuatro puntos perdidos en dos jornadas provocan dudas alrededor del vestuario azulgrana.

COMPROMISO
De todo ello, sin embargo, Piqué parece estar absolutamente al margen a la vista del compromiso que ha adquirido en estas dos jornadas de fiesta, como continuación de su participación en Valencia y de haber frenado cualquier comunicado médico que convirtiera en oficiales esas molestias que se conocen pero no se han explicado desde el club.

Noveno jugador con más partidos en la historia del Barça tras superar a Guillermo Amor, el central se encuentra a 21 partidos de alcanzar los 449 que sumó otra leyenda como Carles Rexach y ya adquiere la consideración de personaje capital en el club, capaz de arriesgar en este momento tan delicado por no dejar abandonado al equipo.

En temporada de Mundial (que quiere disputar como despedida de la selección), el compromiso de Piqué recuerda al de Migueli, capaz de jugar una final europea con una clavícula rota, o de Puyol, quien forzó de tal manera su rodilla que acabó obligado a retirarse. De momento, en la ciudad deportiva la perseverancia de Gerard Piqué se mantiene inalterable.