BARCELONA — El Barcelona entrenó este domingo a bajo ritmo, después del partido del sábado en Eibar, y Ernesto Valverde dio a conocer la lista de convocados para iniciar los octavos de final de la Champions en Londres frente al Chelsea sin guardarse nada. El entrenador decidió citar a todos los disponibles.
Sin Semedo y Coutinho, pero con Messi y Suárez, pareja letal en Eibar y capital para entender la temporada, el equipo azulgrana ya cambió el chip, aparcando la Liga para centarse en la Champions.
Un total de 21 futbolistas, con el regreso a la lista de André Gomes después de quedar fuera en las dos últimas convocatorias (en 5 de los últimos 6 encuentros) y de Paco Alcácer, ausente en Ipurúa tras entrar en las seis listas anteriores. Y, también, con Thomas Vermaelen, a quien ya se dio el alta médica.
El entrenador, como es habitual en los desplazamientos de Champions, citó a un tercer portero, Ortola, y no llamó a nadie del filial, mandando un mensaje inequívoco de la importancia del duelo en Stamford Bridge, en el que faltarán Nelson Semedo, sancionado, y Philippe Coutinho, que disputó la fase de grupos con el Liverpool y no puede actuar esta temporada con el Barça.
¿SECRETOS?
A la vista del once que puso en liza Valverde en el campo del Eibar existió absoluta coincidencia en apuntar que sería el mismo que juegue de entrada en el estadio del Chelsea. El técnico dejó en el banquillo durante más de una hora a Coutinho a pesar de que el brasileño no puede jugar en Europa, siendo titular Iniesta dentro de un equipo que se adivina sin demasiados secretos.
¿Podría ser Aleix Vidal la sorpresa? ¿Lo sería Dembélé? Podría ocurrir en ambos casos, sí… Pero existe la sospecha de que Valverde no contará con ellos de entrada. Ni tampoco con André Gomes, quien en no pocos partidos de máxima exigencia entro en la alineación.
Las medidas de Stamford Bridge son prácticamente calcadas a las de Ipurúa y a partir de ahí podría empezar a argumentarse el equipo puesto en escena por Valverde, cuyo equipo técnico, eso sí, ha preparado con mimo el partido en Londres, con especial atención a un Hazard en estado de gracia.