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Yerry Mina aprovechó su regreso al once inicial del Barcelona con buena nota

BARCELONA -- Yerry Mina volvió a la alineación del Barcelona después de 11 partidos ausente (fue titular ante el Getafe) y de no ser convocado en los últimos cinco para formar un centro de la defensa inédito con Thomas Vermaelen, incluido en un once absolutamente novedoso, sin canteranos y repleto de suplentes. Y cumplió, con algún borrón, a la altura de todo el equipo.

Bien por arriba, atento al corte, sereno en la salida de balón y fuerte en el cuerpo a cuerpo, el defensa colombiano quiso reivindicar su figura ante un Ernesto Valverde que no se escapa en ninguna rueda de prensa de tener que argumentar su ostracismo.

La empresa no era fácil porque a su alrededor se notó la ausencia de titulares y ello provocó diversos desajustes durante los 90 minutos que mostraron algunas deficiencias colectivas e individuales de algunos jugadores. De las que no se libró tampoco el ex zaguero del Palmeiras.

Ocurrió en una jugada, aún con el 0-0, cuando no supo cubrir la llegada de Iago Aspas por el centro mirando solo el balón y se repitió en la última jugada de la primera mitad, en el empate del Celta. Al centro raso de Maxi respondió con un despiste en el marcaje a Jonny, quien le ganó la posición para rematar a placer a la red.

En la segunda mitad, como ya ocurriera en la primera, Mina supo acompañar con solvencia a Vermaelen en el centro de la zaga. Si antes fue Ter Stegen quien evitó hasta tres goles del Celta, después el trabajo defensivo fue más adecuado a las exigencias y el colombiano terminó la noche con suficiente solvencia.

La justa para abandonar Balaídos aprobando el examen. Salvó el Barça su condición de invicto y Yerry Mina, de quien no se sabe cuando volverá a contar con la confianza de Valverde, evidenció su validez. Aunque no le alcance, muy probablemente, para ganarse un puesto.