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Real Madrid cierra con empate y deja dudas para la final de la Champions

Real Madrid cerró la temporada como la empezó, sin saber manejar su ventaja en el marcador. EFE

El Real Madrid cerró su participación en Liga con un empate por 2-2 ante el Villarreal y dejó sensaciones contradictorias de cara a la final de Champions League ante el Liverpool que se disputará el próximo sábado en Kiev.

El partido carecía de trascendencia en la competición ya que ni siquiera la victoria le aseguraba subir un escalón al segundo puesto de la tabla, pero no por ello carecía de importancia para Zinedine Zidane, que necesitaba realizar los últimos ajustes pensando en Liverpool.

Y en ese sentido, el encuentro dejó un rayo de esperanza en el plano goleador pero también una advertencia: debe mejorar en defensa.

Cristiano y Bale vuelven a asumir la carga goleadora.

En el aspecto positivo para los merengues, Cristiano Ronaldo volvió para disputar poco más de una hora luego de perderse dos encuentros ante Sevilla y Celta debido a un esguince en un tobillo y lo hizo con gol para llegar a los 26 tantos en Liga.

También para Gareth Bale, que ha confirmado su candidatura al equipo titular de la final

El galés dejó patente, una vez más, que se encuentra en el mejor momento de la temporada marcando su quinto tanto en los últimos cuatro partidos de Liga – diez en los últimos dos meses – para llegar a 16 anotaciones en el torneo español manteniéndose como segundo máximo goleador blanco y con gran ventaja, pues quien más se le acerca es Isco con siete tantos.

El gran momento de Gareth Bale en la recta final de la campaña deja una gran incógnita en el plan de Zinedine Zidane de cara a Kiev: quién actuará al lado de Cristiano Ronaldo en ataque.

El equipo que saltó a la cancha del Estadio de la Cerámica de Villarreal presentó solo dos cambios con respecto al que conquistó el último título de Champions League para el Real Madrid hace un año. Gareth Bale (que entonces se había quedado en la banca tras volver de una lesión) acompañó a Cristiano Ronaldo en el ataque en lugar de Karim Benzema. En la portería, Keylor Navas tuvo descanso para dar la oportunidad de debutar al tercer arquero Luca Zidane, el segundo hijo del técnico que debuta bajo su mando.

El resto fueron los mismos que saltaron a la cancha en Cardiff: Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo, Kroos, Casemiro, Modric e Isco, que de momento, apuntan a titulares en Kiev.

La ausencia de Benzema en el cuadro titular fue hasta sorpresiva. Zidane lo ha defendido a capa y espada, manteniéndolo como uno de los fijos pese a que cerró la campaña liguera con su aporte más discreto desde que llegó al club, solo cinco tantos, y sin ver portería en los últimos ocho partidos.

Lo ocurrido en Villarreal fue la prueba que el gol es departamento casi exclusivo de Cristiano, y en menor medida, Bale. Con Cristiano en la cancha, Real Madrid tuvo hasta 11 disparos, cinco del portugués. Sin él, sumó cuatro. Benzema se notó poco, aunque esta vez no fue la falta de portería lo que frustró sus intentos, si no Andrés, que atajó los dos disparos del atacante.

La falta de pólvora en la segunda parte no habría pasado a mayores si el Real Madrid hubiese mostrado algo de mejoría atrás.

Luca recibe dos goles en su debut

Real Madrid cerró la temporada como la empezó: sin saber manejar su ventaja y perdiendo dos puntos en los últimos minutos debido a los fallos defensivos.

Luca Zidane, el tercer portero del equipo merengue, tuvo la oportunidad de debutar, convirtiendo a Zidane en el primer técnico que debuta en primera a dos de sus hijos después de que Enzo recibiera la alternativa el año pasado.

El arquero de 20 años tuvo mala suerte. No pudo hacer nada en el primer gol de Roger, y si bien pudo haber hecho más en el tanto con que Samu Castillejo puso el 2-2, quien cometió un grave error de colocación de Marcelo.

Con los dos tantos, Real Madrid cerró la temporada con 43 goles en contra – la peor marca en nueve años, desde la campaña 2008-09 en que acabó con 52 tantos en contra, y mucho que pensar de cara a Kiev.