Fútbol Americano
Paola Núñez | ESPN Digital 6y

Florentino, contra Rubiales: "Es una absurda reacción de orgullo malentendido"

Florentino Pérez, de pantalón largo y corbata, adoptó una antigua máxima propia de una cancha. La mejor defensa es hacerse con el control del balón y disparar a gol. Y apuntando, sin nombrarlo, al presidente de la Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, ha devuelto las acusaciones en su contra de las últimas 36 horas como presidente del Real Madrid.

Un día antes, también sin nombrarlo, Rubiales había señalado al club como el catalizador de la peor crisis que ha atravesado la selección española y el causante directo del despido de Julen Lopetegui por haber negociado con el Real Madrid “a espaldas de la Federación”, de acuerdo con el mandatario del organismo rector del futbol español, además de mantenerlo al margen hasta “cinco minutos antes” de hacer pública su contratación.

Una contratación que desde Rusia ha sido calificada como “deslealtad” y “traición”.

“Quienes mezclan este acuerdo con falta de lealtad tienen un sentido patrimonial de las personas felizmente superado en el siglo XXI”, ironizó Florentino Pérez.

“Quienes hablan de ocultamiento no pueden estar más lejos de la realidad”, dijo durante un discurso pronunciado en un estrado improvisado en el Santiago Bernabéu ante un nutrido grupo de socios y miembros de la junta directiva, hombres sexagenarios en su mayoría.

Tan concurrido resultó el evento, que los invitados coparon la sala entera. Presentes estaban, además, Raúl y Álvaro Arbeloa, asistente habitual a las ocasiones especiales para los merengues.

Y la de este jueves, aunque apurada, era una ocasión especial.

La presentación de Julen Lopetegui como técnico del Real Madrid para las próximas tres temporadas.  Pero más que presentación, fue un acto en defensa del honor. El propio y el del nuevo timonel, que a esa misma hora, 24 horas antes, abordaba un avión desde Krasnodar, donde se encuentra la concentración de España, de vuelta a casa. Despedido sin oportunidad de despedirse, según dijo el técnico, después, pues tenía intención de “dar una rueda de prensa” antes de partir.

“Este es un acto de presentación queríamos llevar a cabo tras la finalización del Mundial, pero las circunstancias nos han llevado a estar aquí hoy”, lamentó Florentino Pérez al iniciar su discurso.

Siguió con una inusual explicación a su proceder para contratar al técnico y hacerlo público tres días antes de que España iniciara su participación en el Mundial. El presidente del Real Madrid argumentó un intento de llevar a cabo la contratación en un “acto de transparencia” con la intención, sostuvo, de “no perjudicar el trabajo de la Selección durante el campeonato (Mundial)”.

“Comuniqué el acuerdo al presidente de la Federación, un acuerdo que sólo incumbe a ambas partes. Fue un acto de normalidad y se habló de una rueda de prensa conjunta para el día siguiente”, dijo Florentino Pérez. Y de ahí partió para dar su opinión en cuanto al despido de su nuevo entrenador.

Y de nuevo, sin nombrarlo, culpó al orgullo de Rubiales de la situación y de “frustrar” dos sueños “perfectamente compatibles” de su nuevo timonel. El de llevar a la selección a un Campeonato del Mundo y, posteriormente, llegar por la puerta grande (y CV enriquecido) al Real Madrid.

“No había ningún argumento para que Julen no estuviera mañana en el banquillo de España. Se han truncado dos años de trabajo bien hecho. Sentimos que Julen no pueda cumplir ese gran deseo”, dijo.

“Fue una absurda reacción de orgullo mal entendido. Algunos aprovechan cualquier motivo para desprestigiar al Real Madrid”, apostilló Pérez. Y antes de que sus palabras fueran interpretadas como las de alguien que se asume “víctima”, con firmeza, señaló: “yo no practico el victimismo”. 

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