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Una lesión frenaría que André Gomes salga del Barcelona

BARCELONA -- André Gomes se convirtió en el protagonista, negativo e inesperado, del debut del Barcelona en la gira por Estados Unidos. El mediocampista portugués sufrió una lesión muscular que le obligó a ser sustituido antes de llegarse a la media hora del partido frente al Tottenham y, a falta de confirmación oficial, sufre una rotura muscular en el bíceps femoral del muslo izquierdo que le mantendrá alejado de los terrenos de juego durante dos meses.

El contratiempo para el Barça no es poca cosa. El club mantenía abiertas diversas conversaciones con distintos clubes interesados en el fichaje de Gomes, con el West Ham de Manuel Pellegrini apareciendo en el escenario, y si las pruebas a las que será sometido en Barcelona reafirman el primer diagnóstico, su traspaso puede sufrir un frenazo inesperado.

El club resolvió el retorno a Cataluña del futbolista, en compañía del también lesionado Denis Suárez, para ser examinado directamente por el doctor Ricard Pruna. Con Denis, que también padeció una lesión muscular, se especula una baja médica de aproximadamente tres semanas que le apartará de la Supercopa de España frente al Sevilla el 12 de agosto y, muy probablemente, del comienzo liguero una semana después, pero la preocupación está centrada en el portugués, que estaría fuera de concurso hasta finales de septiembre y pone en serio peligro un acuerdo favorable a las tesis del Barça.

Si, de acuerdo con el área deportiva, Valverde solventó no contar en el partido con Lucas Digne atendiendo a la cercanía de un acuerdo definitivo por su traspaso al Everton y tampoco quiso forzar a un Alcácer que podría igualmente abandonar la disciplina azulgrana, con André Gomes no hubo ninguna comunicación interna, atendiendo a que se entendía todavía incipiente cualquier negociación.

El escenario, ahora, se contempla con peores perspectivas para el Barcelona, entendiendo bastante improbable su traspaso al fútbol inglés porque se cierra en 11 días y obligando a rebajar todas las pretensiones con la Serie A italiana o la propia Liga española, que prolongando el periodo de mercado hasta el 31 de agosto dejará claro que no estaría en condiciones de jugar hasta finales de septiembre.

Si Valverde sigue convencido en forzar su salida, el Barça no podrá, como confiaba, ingresar 20 o 25 millones de euros por su traspaso.