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Manuel Pellegrini afirmó que era capaz de desafiar a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo para convertirse en el mejor jugador del mundo; Pep Guardiola dijo que era capaz de más. Pero a lo largo de su carrera en Manchester City, Sergio Agüero siguió haciendo lo que sabe hacer mejor: marcar goles. Agüero convirtió su primer gol de la temporada el domingo ante Chelsea en el partido por la Community Shield, y fue su gol número 200. Ésta es la octava temporada del internacional argentino en el Etihad Stadium, y superó los 20 goles en la Premier League en seis de ellas, las últimas cuatro inclusive. La campaña pasada Agüero marcó 21 goles en la Premier League a pesar de haberse perdido 13 partidos, y entró en el equipo del año de la PFA por primera vez desde su llegada al fútbol inglés. Solamente fue superado en goles por Harry Kane de Tottenham Hotspur y Mohammed Salah de Liverpool, y tuvo una mejor proporción de goles por minuto que el internacional inglés, con un gol cada 94 minutos en comparación con los 103 de Kane. En total, Agüero marcó 30 goles en 39 partidos en todos los torneos, además de haber colaborado con siete asistencias, lo que indica que prácticamente participa en un gol cada vez que juega. Las estadísticas sugieren que es uno de los mejores goleadores que la Premier League ha visto. Ya ha marcado más que cualquier otro jugador no europeo, y está a tres de meterse entre los 10 máximos goleadores de la historia, habiendo jugado menos temporadas que todos los integrantes de la lista. Ganó uno de sus Botines de Oro en la campaña 2014-15, y fue la única vez en los últimos 15 años que el máximo goleador de la liga no entró en el equipo del año de la PFA. Pero al menos los fans de City no menosprecian su valor. La temporada pasada se convirtió en el máximo goleador de todos los tiempos del club y ahora es el primero en alcanzar los 200. Ha tenido mucha competencia por su puesto a lo largo de su carrera en City. Carlos Tevez, Edin Dzeko, Mario Balotelli, Stevan Jovetic y Álvaro Negredo estuvieron en Manchester al mismo tiempo que él, pero Agüero no perdió su puesto. Quizá su mayor amenaza fue la explosiva llegada de Gabriel Jesús en enero de 2017. El brasileño marcó siete veces en 11 apariciones, y Agüero perdió la titularidad por primera vez en su carrera en City. Se decía que la permanencia de Agüero en Manchester corría peligro, sobre todo considerando que Guardiola no lo llenaba de elogios como sus predecesores. Roberto Mancini y Pellegrini aclamaban su calidad, pero Guardiola le exigía más. A pesar de que había marcado 11 goles menos que a los dos meses de la temporada anterior, Guardiola dijo: "Estoy muy contento por él, pero él sabe que quiero más. Puede jugar mejor, puede hacer otras cosas que nos van a ayudar. Intentaré ayudarlo a desarrollar sus habilidades como jugador de fútbol". Fue un enfoque polémico para un jugador que había sido casi intocable, pero Guardiola no se equivocó: Agüero podía ser aún mejor. Nunca fue tan prolífico como lo ha sido bajo la dirección del catalán, y batió sus récords personales con 33 goles durante su primera campaña -sin trofeos- con Guardiola. La segunda prometía continuar la tendencia, pero se lesionó. Su movimiento, su juego para el equipo y su esfuerzo por recuperar pelotas alimentaron la ética de trabajo en equipo de Guardiola, sin perder su gran productividad como goleador. Agüero quedará en la historia de la Premier League por el inolvidable gol en tiempo de descuento contra QPR por el título en 2012, pero ya es hora de darle el reconocimiento que se merece por sus hazañas con el club y la liga.
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