MADRID -- La Supercopa de Europa entre el Real Madrid y el Atlético que se disputa este miércoles llega como el primer gran reto para el equipo de Julen Lopetegui.
El entrenador vasco, quien se hiciera con las riendas del cuadro merengue hace apenas dos meses, tiene una difícil misión que cumplir en Tallín, donde se disputará el encuentro: Dar inicio a su gestión con el pie derecho cosechando un título que es prácticamente una “obligación” para el conjunto merengue y con ello, hacer olvidar las glorias del pasado reciente.
Lopetegui llegó al banquillo de un equipo que en los últimos cinco años ha cosechado 13 títulos: Cuatro títulos de Champions, una Liga, una Copa del Rey, una Supercopa de España, tres mundiales de Clubes y tres Supercopas de Europa, las últimas dos de manera consecutiva. En todos y cada uno, ha estado presente su antecesor en el puesto, ya sea como segundo entrenador o como mandamás del banquillo, Zinedine Zidane.
Pero ante la sombra que proyecta el francés sobre el banquillo no causa ningún temor al nuevo timonel, quien tiene la intención de dar el banderazo a la ‘era Lopetegui’ “mirando hacia delante”.
“Zizou hizo un trabajo extraordinario con éxitos increíbles, pero es pasado. No vamos a mirar hacia atrás, sino adelante. Con confianza y con trabajo para consolidarnos en los éxitos”, señaló el entrenador en rueda de prensa celebrada en la víspera del encuentro.
Para lograr esa “consolidación” y ganarse la confianza de su afición de cara a la campaña que inicia, Lopetegui necesita convencer tanto en juego como en resultados. Y a eso se ha abocado.
El técnico, que evita referirse a la marcha de Cristiano Ronaldo, pues nunca llegó a ser su jugador, se ha enfocado en repartir responsabilidades en toda la cancha y a cumplir un deseo de la afición dando más visibilidad a los jóvenes como Dani Ceballos y Marco Asensio, quien se perfila como titular en ataque junto a Benzema y Bale, a quienes a falta del portugués se les confiriera el papel de estrellas institucionalmente.
Además, ha probado a los jóvenes de la cantera y - en espera de que el club cierre el fichaje de un central y un delantero – se espera que cuente con al menos dos de ellos para la próxima campaña, entre los defensas Javi Sánchez y Sergio Reguilón y el mediocampista Federico Valverde, quien podría ocupar la plaza de Mateo Kovacic.
Y es que si Lopetegui tiene una especialidad es la de formar a las jóvenes promesas. No en vano ha llegado a la casa blanca con dos títulos juveniles bajo el brazo, los Campeonatos Europeos Sub-19 y Sub-21.
El técnico ya ha empezado a calmar las aguas en torno a un verano crítico para el club gracias a una digna pretemporada en que cosechó tres triunfos y una derrota. El último, una goleada por 3-1 al Milan en el Trofeo Santiago Bernabéu disputado el sábado pasado, dejó ver la ruta que seguirá el técnico.
Un equipo que pondrá énfasis en el toque y el orden y que en lugar de esperar una genialidad que resuelva el partido, se aboca a construir de cara a puerta. Un equipo sobrio y con líneas mejor definidas y que pese a perder a la mitad de su potencial goleador, aún es capaz de encontrar su camino hacia la portería.
Falta ver si la apuesta tiene éxito ante un equipo como el Atlético de Madrid, un equipo ya consolidado como una las mejores defensas de Europa y letal al contragolpe.
Lopetegui se ha guardado bien sus cartas de cara al encuentro. No obstante, se espera que envíe a la cancha un equipo muy parecido al ‘de lujo’. Con Dani Carvajal, Sergio Ramos, Rapahel Varane, Marcelo, en defensa, Toni Kroos, Casemiro e Isco, en lugar de Luka Modric, que aún no está para 90 minutos, en la media, y un ataque conformado por Marco Asensio, Gareth Bale y Karim Benzema. El mismo que se presentó el sábado en el Santiago Bernabéu.
La única duda está en la puerta. Se espera que Keylor Navas reaparezca (tal vez por última ocasión) como titular, pues Thibaut Courtois apenas lleva una semana entrenando con el equipo.
No obstante, el técnico ha dejado ver que ambos están listos para jugar y será una decisión que tome en el momento.
De elegir al belga, al menos la polémica está asegurada, tanto por el desaire al tico como por el pasado rojiblanco del belga.
Una cosa es clara para el Real Madrid: la fiesta de haber conseguido un hito en la historia europea al cosechar el tercer título de Champions League se ha acabado y ahora deberá afrontar la temporada en la incertidumbre. Sin Zinedine Zidane. Sin Cristiano Ronaldo. Con el futuro de Luka Modric aún en duda y a la sombra de un ‘debate’ en la portería potencialmente peligroso luego de concretarse el fichaje de Thibaut Courtois.
Pero aún en pleno proceso de asimilación de su nueva realidad, el conjunto merengue que ha conquistado las últimas dos Supecorpas de Europa, tiene la obligación de seguir en la cima. Y convencer a su afligida afición de que pese a los (forzados) cambios, mantiene el perfil competitivo para aspirar a ganarlo todo en la campaña.
