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La era de Julen Lopetegui comenzó torcida. En su primer partido oficial al frente del equipo, Real Madrid ha perdido su primera final europea en 18 años tras caer por 2-4 ante el Atlético de Madrid en la Supercopa de Europa disputada este miércoles en Tallin. Se trata de la octava final europea perdida por el Real Madrid, que no caía en la lucha por un título continental desde el año 2000, cuando fue derrotado por 3-1 ante el Galatasaray en la Supercopa de Europa. Desde entonces, Real Madrid había disputado nueve finales, cinco de Champions League (2002, 2014, 2015, 2017, 2018) y cuatro Supercopas de Europa (2002, 2014, 2016 y 2017), sin perder una sola.  Ha sido, además, la primer final perdida por el Real Madrid en cinco años, desde que en la campaña 2012-13, cayera por 1-2 (en la prórroga) ante el Atlético en la final de la Copa del Rey disputada en el Santiago Bernabéu. Si había un partido que el Real Madrid estaba obligado a ganar era éste, pues no sólo estaba en juego su racha ganadora como finalista. Con la derrota, perdió la oportunidad de igualar el récord de Barcelona y Milan, los únicos equipos que han conquistado cinco Supercopas de Europa al hilo. Lo hizo, además, de una forma dolorosa. El Atlético de Madrid, uno de sus máximos rivales, y al que había mantenido a raya en Europa durante cinco años tras vencerlo en dos finales de Champions (2014 y 2016), y llevarse dos eliminatorias de la máxima competición europea a su costa (cuartos de final en 2015 y semifinal en 2017). Real Madrid acabó encajando cuatro goles en contra, algo que no había ocurrido en una final europea desde que cayera por 5-2 ante el Benfica en la final de la Copa de Europa de la campaña 61-62. Y aunque no sea el título más importante de la temporada, sienta un sombrío precedente para el técnico Julen Lopetegui, pues no sólo ha perdido su primer título como entrenador del Real Madrid. Es que con ello, ha puesto fin a una racha de siete finales consecutivas – tres Champions, dos mundiales de Clubes y dos supercopas de Europa, ganadas por su antecesor, Zinedine Zidane.
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