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Antoine Griezmann se quedó en el Atlético para triunfar

El jugador francés, ovacionado por su tanto, admitió que se siente feliz por la decisión de seguir como rojiblanco. EFE

Se quedó para triunfar. El Wanda Metropolitano lo supo antes del sonado video de la “decisión”. Pero no lo creyó. Tampoco en el fondo, permanentemente ocupado por los ultras, se lo tomaron muy en serio cuando, el 20 de mayo, en el último partido del Atlético de la temporada pasada frente al Eibar, Diego Godín (hoy capitán) corrió desde la banca para suplicar que pararan las rechiflas a su amigo pues había “decidido” quedarse.

Antoine Griezmann lloraba. Había entrado para jugar la última media hora. Para 'despedir' al último gran símbolo rojiblanco, Fernando Torres. Y llorando abandonó el terreno de juego, mientras el resto del mundo pensaba que se trataba de la última vez.

Tres meses después, en el estreno liguero del Atlético de Madrid, ha salido ovacionado a pesar de no haber jugado “su mejor partido”.

Griezmann marcó el tanto que significó la victoria por 1-0 sobre el Rayo Vallecano; la primera en Liga tras un gris empate 1-1 frente al Valencia hace una semana. El único que dio algo de brillo a un equipo colchonero que apenas empieza a calentar motores.

“Estoy muy feliz de estar aquí; voy a darlo todo por el club y los compañeros que hicieron todo para que me quedara y para que esté bien y feliz. Hoy quería meter gol; el otro día una asistencia y ojalá pueda hacer más. el ritmo va a llegar poco a poco.

"El último partido en el Wanda no fue el mejor para mí, pero puedo entender lo que ha pasado. La afición tiene mucho cariño a su ‘número 7’ y ojalá siga siendo así”, dijo tras el encuentro disputado este sábado en Madrid.

Griezmann vivió una tarde propia de regreso triunfal sin haberse marchado jamás. Empezó por ‘ofrecer’ el trofeo de Campeón del Mundo al lado de Lucas Hernández y Thomas Lemar, y acabó celebrando por todo lo alto el primer título de la temporada – del Atlético de Madrid, no de Francia – tras vencer al Real Madrid por 4-2, la Supercopa de Europa. Como “un aficionado más” del Atlético de Madrid.

El francés prefiere empezar de cero con su afición, aunque no olvida la amarga experiencia.

“Fue un momento muy duro y difícil; pero mi familia y amigos me ayudaron (a superarlo).

"Ya es pasado y ahora toca disfrutar con la gente y darlo todo en el campo para mostrar que valgo y que estoy aquí para ayudar”, dijo Griezmann.

Pero tras el furor de la ‘reconciliación’, el francés, candidato a ganar el Balón de Oro, ha reconocido que tanto él como el resto del equipo necesitan “mejorar” para seguir compitiendo. Y en paz.