Arturo Vidal, por fin, dejó de ser un recurso para ser titular. O eso debió pensar el chileno al descubrirse en el once inicial de Ernesto Valverde.
Sin embargo, una hora después de comenzar el partido, Vidal debió pensar algo menos agradable tras verse señalado por el entrenador y marchando al vestuario apenas haber marcado el Girona el 1-2, sustituido por Rakitic.
La decisión de sacar al chileno es una demostración de Valverde de que los intocables son unos y Vidal no forma parte de ese grupo.
El chileno debutó como titular como lo hicieron Arthur y Lenglet, en la Liga, y ninguno de los tres acabó el partido. El central francés duró poco más de media hora en el campo hasta que un choque con Pons cambió la decisión de un árbitro, avisado por el VAR, para que le expulsase.
Si era su primera prueba para el partido de Wembley ante el Tottenham, cuando deberá jugar por la sanción de Umtiti, Lenglet tuvo un buen desempeño hasta esa fatídica y extraña jugada.
Para sus dos compañeros la situación no fue mucho mejor. Arthur, el brasileño, se presentó con galones y llevó a cabo una primera mitad más que correcta. Cierto, no arriesgó en los pases, pero ofreció criterio, calma y colocación. Se notó que es del agrado de Messi por cuanto se vio al argentino apoyarse en él hasta en cuatro ocasiones durante la primera mitad.
Lo que ocurrió después fue sorprendente.
¿Vidal? El chileno venía señalado de Valladolid y Anoeta, donde fue utilizado por Valverde como recurso para asegurar la victoria y desembocó en un final de caos. Probablemente merecía esa oportunidad de dejarse ver en otra clase de escenario y le asistió la buena estrella al llevarse un balón con pelea en el área para asistir a Messi en el 1-0. Aportando fortaleza y recorrido, también cumplió un buen primer tiempo.
Otra sorpresa.
Ocurrió que, apenas marcar Stuani el 1-2, Valverde aceleró la preparación de Rakitic y Coutinho y al cabo de cinco minutos les dio entrada. En lugar de Vidal y Arthur, respectivamente. Los dos fichajes que se presentaban como titulares en la Liga y que quedaron indiscutiblemente señalados por la decisión.
“Ya sabía que Arthur, por la semana que pasó, no aguantaría todo el partido, mientras que Rakitic era un cambio pensado, pero no hay unos que sean más que otros, porque esto hay que sacarlo adelante entre todos”, dijo el director técnico en clara defensa en la sala de prensa.
Valverde no atendió ni concedió que exista una unidad indiscutible en la que se cuenta a quienes de vez en cuando descansa para ser utilizados con urgencia cuando las cosas se tuercen.
Ocurrió en Anoeta, donde Valverde acudió a toda prisa a Busquets y volvió a pasar este domingo, cuando pasó lo mismo con Rakitic y Coutinho.
De momento, sus decisiones lo demuestran a las claras. El entrenador confía en los suyos y a los fichajes les tiene simplemente en el aparador.