MADRID -- A poco más de 24 horas del encuentro entre el Real Madrid y Viktoria Plzen en Champions League, el futbol es lo de menos en la capital española. Hace tres días, desde la última derrota (1-2 ante Levante) en una mala racha que se ha extendido a cinco partidos sin ganar, en el entorno del conjunto merengue no se habla de otra cosa que no sea la destitución del entrenador Julen Lopetegui como algo inminente.
Pero Julen Lopetegui no se entera, ni quiere enterarse.
“Yo lo veo de manera mucho más normal; afronto el día a día con la normalidad de siempre. Es lo único que está bajo nuestro control. Si lo que quieren es ver un entrenador abatido o hundido, no miréis para aquí”, dijo Julen Lopetegui en rueda de prensa celebrada este lunes en la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
“Estoy con la máxima ambición de ganar el partido. Es en lo único que estamos centrados”, agregó. Su gesto, y el de Isco, sentado a su lado pero con la mirada perdida en el horizonte, decían lo contrario.
La sentencia a Lopetegui llegó desde hace tiempo; cuando el equipo volvió de Moscú con una derrota a cuestas que dejaba comprometida su clasificación en Champions League. Siguió la sequía de 481 minutos en total. Los cuatro partidos sin ganar en Liga que han hundido al equipo hasta la séptima posición de la tabla. Fuera de Europa. Lo impensable para el vigente campeón.
Desde el domingo por la noche crecen los rumores que apuntan a Santiago Solari, director técnico del filial Castilla, como posible sucesor interino. A la par, la directiva rastrea el mercado en busca de la figura temeraria que se anime a tomar la estafeta entre los técnicos de mayor renombre que quedan libres. Que no sobran. Desde Antonio Conte, a quien de acuerdo con la prensa española habría vuelto a contactar el mismo sábado, hasta Michael Laudrup.
Ha sido la comparecencia de prensa más incómoda para el técnico desde que fue presentado en el Santiago Bernabéu a mediados de junio – de una manera igual de incómoda, aunque por diferentes motivos, pues su paso por el banquillo de España no terminó como esperaba.
Aquella vez sus ojeras delataban un desvelo después de un largo vuelo de madrugada desde Moscú.
Esta vez, un fracaso que se rehúsa a vivir
“Lo que yo he ha prendido en este club es a luchar. Es el ADN de este club y yo lo llevo clavado. La situación, somos conscientes que no es la mejor. Pero también que lucharemos por hacer un gran partido mañana. Es lo único que puedo decir respecto a eso”, dijo Lopetegui.
No pudo
El entrenador se mostró particularmente incómodo ante la pregunta, directa, si podía confirmar que se sentará en el banquillo el domingo, cuando el equipo merengue visite al Barcelona en el Camp Nou.
“Puedo confirmar que estoy aquí vestido en el momento actual y ser el entrenador mañana. Si me preguntas qué va a pasar en un año, en un mes, no sé. Centrado en el presente”, tuvo que admitir.
Aun así insiste en “darse por muerto”. A él o a su equipo y acabó por dar tratamiento de mero “rumor” a la información que ha fluido directamente desde Valdebebas, directiva o empleados, que apunta a que sus horas en el banquillo están contadas.
“Has dado por hecho que leo y escucho y quizás no. Lo que he hecho es estudiar al Viktoria Plzen y preparar el partido. No miro más allá de lo que mi responsabilidad como entrenador y lo que mi ADN me exige. Tenemos un partido precioso de Champions con un equipo que está vivo sin ninguna duda”, tuvo que decir.