Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 5y

A Dembélé le llegó su tiempo para sonreír

BARCELONA -- Dembélé para bien o para mal. El francés es un personaje especial en el mundo del fútbol, su figura nunca pasa desapercibida y este domingo, en la montaña rusa de sensaciones que ha convertido su temporada completó su mejor partido del curso, siempre a la carrera y, por fin, apoyado por la fortuna.

El Barcelona derrotó al Villarreal en un partido plano que no se sentenció en el marcador hasta la recta final con la asistencia de Messi que convirtió Aleñá en el 2-0 pero que antes, durante muchos minutos, convirtió la tarde en una de las más tediosas que se recuerdan, con un rival incapaz de responder a la exigencia que se le supone por los futbolistas que tiene y un Barça sin punch. Pero con Dembélé…

Con el estirón de un jugador que de principio a fin buscó la velocidad, la banda, la combinación, y que a pesar de sus errores, que también los tuvo, provocó que el equipo de Javier Calleja no tuviera la ocasión de hacerse ver.

Apoyado en Messi o Arturo Vidal y combinando con Semedo, el exterior azulgrana se destacó como el mayor argumento ofensivo de un Barça al que el 1-0, que nació de un magnífico centro suyo, no ayudó a tranquilizar. “Cuando encaraba era muy difícil de parar. Buscamos el dos contra uno… pero tiene unas cualidades enormes” admitió Calleja en la sala de prensa, conviniendo que Dembélé acabó por ser el punto diferencial definitivo del partido.

LA ECLOSIÓN DE ALEÑÁ

Si el futbolista galo se destacó como el mejor hombre del partido, el canterano, sorprendente sustituto de Arturo Vidal, acabó por ser quien cerró la victoria. Dos años y dos días después de su debut con el primer equipo, cuando se estrenó con gol frente al Hércules, Aleñá jugó su décimo partido oficial y anotó su segunda diana.

Buena colocación, inteligencia en la posición y agilidad en el jugo al primer toque, al canterano se hace difícil tener que explicarle las interioridades futbolísticas de un Barça que pide a gritos jugadores de sus características, que no necesitan destacarse en la brillantez para aportar solidez en la idea preconcebida de un equipo hecho a su medida.

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