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Un equipo se hace en base al equilibrio. De nada sirve un conjunto lleno de virtuosos del balón si no hay quien corra hacia atrás y defienda ante la presión rival. Ni tampoco suelen ser muy exitosos los equipos en los que falta - o en los que sobra - experiencia en su plantilla. Una de las mejores cosas logradas por Diego Simeone al frente del Atlético Madrid en estos 7 años recién cumplidos ha sido saber dotar a su equipo del equilibrio necesario, en todas las facetas, para conseguir un conjunto sólido y competitivo. Este año, con su inversión en la parte ofensiva, ha sido quizás la cereza encima del pastel. Un equipo que ha basado su éxito en lo rocoso de su sistema, pretende ahora mutar a un plano en el que ofensivamente también sean temidos, y para ello el club ha hecho un esfuerzo reteniendo a Antoine Griezmann, fichando a Diego Costa en el verano de 2017 y a Thomas Lemar en el de 2018. Pero no haría bien ni el Cholo Simeone ni el club en olvidar que el equipo que ha llegado dos veces a la final de Champions League y que, sin ir más lejos, ganó la Europa League el año pasado, se ha sustentado en el gran nivel defensivo de sus jugadores, entre los que ha destacado como ninguno Diego Godín. El uruguayo es el verdadero líder del equipo, el prócer, el que manda en el vestuario y en el campo. A su vera se han desarrollado jóvenes interesantes como su compatriota José María Giménez o el canterano francés Lucas Hernández, llamados a ser los grandes bastiones defensivos del club en la próxima década, pero Godín a sus 33 años sigue siendo el número uno en su posición. El problema es que desde el 1 de enero el uruguayo tiene la posibilidad de negociar su traspaso gratis a cualquier equipo. El Atlético de Madrid no ha querido renovar al veterano central y, cuando se sentaron a charlar del tema, las intenciones del uruguayo no fueron del agrado de la directiva. Por eso parece que la decisión ya se ha tomado: Diego Godín saldrá del Atlético de Madrid a final de temporada. Se rumorea que el uruguayo tiene ya un acuerdo por tres temporadas con el Inter de Milán, aunque no parece que ninguna de las partes esté por la labor de hacerlo público de momento. Eso le podría dar una esperanza al club colchonero. Harían bien en la cúpula del club en darse cuenta de que no renovar a una figura como Godín podría ser muy dañina a corto plazo. Sólo hace falta ver lo ocurrido en la acera de enfrente, en el Real Madrid, con la partida en una situación similar de Pepe, tras una década en el club. Encontrar jugadores del nivel de estos veteranos en el mercado es complicado, más aún hacerlo a un precio que no sea completamente prohibitivo. Si unimos eso a la falta de experiencia que todavía tienen el resto de integrantes de la defensa colchonera (23 años tiene Giménez, 19 Lucas) y al riesgo de falta de adaptación de cualquier posible fichaje, queda claro que mientras el físico aguante, Diego Godín será siempre una mejor opción y seguramente más económica que cualquier fichaje. El club debería meditar su decisión acerca de Godín e intentar, por todos los medios, que el uruguayo acabe retirándose en el club.
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