Cuando Diego Simeone llegó al Atlético de Madrid, hace ahora siete años, notó que el equipo flaqueaba en las bandas. El fichaje en el lateral derecho había sido Silvio, que tras destacar en la sensacional temporada del Braga, firmó por el club colchonero como opción de futuro; de la misma manera que el año anterior había llegado Filipe Luis para eventualmente relevar al gran capitán, Antonio López.
El fichaje del Silvio no funcionó. El jugador no se adaptó al equipo y Simeone necesitaba otro valuarte en la banda derecha capaz de cerrar el espacio a su espalda, pero también con profundidad para doblar al extremo en ataque. El técnico se encontró con su solución cuando probó a Juanfran en dicha posición.
El canterano madridista había sido fichado como relevo de Simao Sabrosa en el mercado invernal anterior, pero no llegaba a hacerse con el puesto de titular en el extremo derecho, donde competía con Diego Ribas, Eduardo Salvio e incluso Koke, cuando Simeone armaba un mediocampo de cuatro jugadores.
Simeone, que había observado la inteligencia táctica de Juanfran, decidió probar con él alicantino en el lateral y el experimento funcionó. Su velocidad enmascaraba sus deficiencias defensivas --que fue corrigiendo con el paso de los años-- y el futbolista acabó por convertirse en un grandísimo lateral que ha conseguido incluso ser internacional absoluto en esa posición.
Casi una década después, Simeone ha vuelto a encontrarse con una gran solución para su lateral derecho toda vez que parece que las historias de Juanfran y el Atlético de Madrid se separarán definitivamente en verano. Se trata de del defensor colombiano Santiago Arias, refuerzo de última hora de los colchoneros este año gracias al buen ojo de la secretaría técnica del club, y que en sólo seis meses ha logrado ganarse la confianza de Simeone.
El colombiano no entraba en las quinielas de posibles fichajes del Atlético de Madrid porque, tras el Mundial, todos en el club estaban convencidos que el croata Sime Vrsaljko continuaría en la entidad como el relevo generacional de Juanfran.
El ahora jugador del Inter de Milán no era precisamente un hombre que enamorara al técnico argentino, pero en sus dos temporadas en el club había demostrado que podía perfectamente adaptarse a las exigencias del mismo y, con el propio Cholo como guía, acabar por convirtiéndose en un jugador que estuviera en el club a largo plazo.
Sin embargo, la competencia con el incombustible Juanfran en el lateral y los cantos de sirena tras su gran Mundial (fue finalista y titular indiscutible con Croacia), le hicieron viajar rumbo a Milán, con lo que el club colchonero tuvo que moverse rápido y asegurarse un reemplazo de garantías.
Santiago Arias fue el elegido, previo pago de 11 millones de los rojiblancos al PSV Eindhoven. Sus cinco años en el fútbol holandés y su puesto de titular indiscutible en la selección colombiana durante el Mundial de Rusia, convencieron a todos en el club que el jugador surgido de La Equidad era el hombre que necesitaba Simeone para el lateral.
Como todo nuevo jugador que llega al Atlético de Madrid a competir con uno de los veteranos del grupo (casos de Giménez, Rodri, o el propio Vrsaljko), Simeone tardó en darle la oportunidad, pero lo cierto es que desde que lo ha hecho el colombiano no la ha desaprovechado.
Cuando se ha jugado ya media liga, Arias ha jugado 16 partidos con la casaca rojiblanca, casi la mitad de todos los duelos disputados por el club, pero 13 los jugado durante los últimos 14 encuentros del Atlético de Madrid. Los problemas físicos de Juanfran, y las bajas en el lateral izquierdo --que han hecho que el internacional español permutara su posición al ala contraria en muchos encuentros-- han aupado a Arias a la titularidad y, visto lo visto, no parece que el colombiano vaya a perderla a corto plazo.
Ante el Huesca el fin de semana pasado marcó su primer gol con su nuevo equipo y la cara de felicidad de Simeone era inconfundible. El técnico argentino sabe que ha encontrado a uno de los suyos, un jugador explosivo, batallador, que entiende el oficio del defensa que no teme ponerle el pecho a las balas y llegar desde atrás con fuerza y por sorpresa.
Arias tiene por delante cinco meses para seguir demostrando que es el hombre que necesita el Atlético de Madrid en el lateral derecho, y contará además con la suerte de compartir vestuario con los dos hombres que mejor han interpretado lo que busca Simeone de sus laterales: Juanfran y Filipe Luis.
Ambos, a buen seguro, dejarán el club a final de temporada, cuando el cambio de guarda se presume definitivo, más aún si como parece Diego Godín acaba diciendo adiós también para firmar por el Inter.
El Atlético de Madrid es previsor y está peinando el mercado para dar con un lateral derecho de calidad que llegue a competir con Arias la temporada que viene, si finalmente Juanfran acaba por dejar el equipo. Rubén Peña, del Eibar, parece ser el mejor colocado, y sí es un jugador del perfil que le gusta a Simeone en la banda.
Santiago Arias tiene por lo tanto lo que resta de temporada para ganarse la confianza definitivamente del Cholo Simeone, y si sigue con su progresión, no hay duda de que lo logrará. Podrán entonces llegar otros fichajes, pero el colombiano parte con la ventaja que le otorga el ser ya parte del equipo. Haga lo que haga, no debería desaprovecharla.