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El tan ansiado debut de Álvaro Morata con el Atlético de Madrid se dio este fin de semana ante el Real Betis, con el delantero jugando los 90 minutos en la derrota de los colchoneros en el Benito Villamarín. No fue un mal debut, ni mucho menos, para el ex del Chelsea. Se mostró bien físicamente, con chispa, y dejó un buen sabor de boca. Morata fue víctima de un claro penalti del defensa marroquí Zouhair Feddal, que ni árbitro ni VAR dieron por bueno y podría haber cambiado el sino del partido, y se le vio sobre todo con ganas de entrar rápido en la dinámica del grupo. Lo que también quedó claro es que el excanterano madridista necesita tiempo. Tiempo de adaptación a su equipo (no se le vio coordinado con Antoine Griezmann; normal) y la idea de fútbol que profesa Diego Simeone. Ya hemos mencionado en el pasado la larga lista de delanteros que, al Cholo, simplemente, no le sirvieron. Jugadores destacados en otros equipos, en otras ligas, con gol y velocidad, que sin embargo no supieron acoplarse a la forma en la que el entrenador argentino requiere que jueguen sus hombres de ataque. Minucioso como pocos, Simeone entiende el todo de un equipo como un bloque. Un grupo que juega al unísono, empuja en la misma dirección, presiona juntito, y en el que todos tienen un cometido táctico perfectamente definido. Cualquier pieza que se salte el plan pone en peligro el funcionamiento del resto del grupo, por lo que el Cholo suele fijarse en cada detalle del desempeño de sus delanteros, los encargados de empezar la presión, para dirimir sin son los jugadores apropiados para su equipo. Por esa criba han pasado con poca suerte hombres como Jackson Martínez, Mario Mandzukic, Kevin Gameiro, o Luciano Vietto. Todos llegaron con ganas de agradar al entrenador argentino, pero éste se dio cuenta rápidamente que los jugadores no comprendían sus intenciones, por lo que les retiró la confianza. A Morata le ha perseguido Simeone varias temporadas. Siempre se ha deshecho en halagos hacia él, incluso en el cruce de semifinales de la Champions League de 2017, se les vio intercambiar carantoñas en la banda en pleno partido --momento en el que surgió el rumor de que el Cholo tentaba al delantero a que se fuera al Atlético de Madrid. Ambos protagonistas negaron entonces dicho rumor, pero menos de dos años después, y tras mucho empeño puesto por el preparador, Morata es ahora su hombre gol. Dado este primer paso, y con las ansias del debut ya superadas, ahora llega el momento de que Morata se arremangue en los entrenamientos para entender perfectamente las necesidades tácticas de Simeone. Cualidades para destacar en el puesto le sobran y, aunque es cierto que con ningún entrenador ha logrado asentarse en sus equipos, no es menos cierto que de Mourinho a Sarri, pasando por Ancelotti, Allegri, Del Bosque, Lopetegui, Zidane o Conte, el madrileño ha sabido comprender las ideas de fútbol tan distantes que cada uno y destacar lo suficiente para convertirse en uno de los delanteros más cotizados de Europa. En el Atlético de Madrid y de la mano de Simeone Álvaro Morata puede por fín explotar como el grandísimo delantero que es, pero claro, necesitará algo de tiempo para adaptarse. Si hasta Diego Costa, el delantero con mayor “ADN Simeone” en el planeta, tuvo que salir cedido al Rayo Vallecano y volver como suplente de Radamel Falcao para esperar su oportunidad en el banquillo mientras pulía sus prestaciones tácticas, Morata sabe que tiene mucho trabajo por delante para llegar a convencer a su nuevo entrenador.
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