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La mejor inversión Atlético de Madrid: quedarse con Oblak

Pasarán los años y pasarán las estrellas, pero cada día está más claro que el verdadero número uno del Atlético de Madrid es Jan Oblak. El esloveno acaba de firmar su renovación con el club colchonero hasta el año 2023, por la cual su sueldo pasa a ser de 10 millones y su cláusula de rescisión de 200 millones. Un precio prohibitivo para un portero y que prácticamente asegura su continuidad en el club tres campañas más, pues en 2022 --a sus 29 años-- podría negociar una salida a la baja al estar en su último año de contrato.

Esa inversión, quizás mucho más que la que hizo el club por Antoine Griezmann el verano pasado, será a la larga la mejor de los años de Diego Simeone al frente del club. Tiempo al tiempo.

Oblak ha sido el portero menos goleado en las últimas tres ediciones de La Liga, y va camino de convertirse en el ganador del Trofeo Zamora por cuarto curso consecutivo en esta misma temporada. Para un club que se enorgullece de su fortaleza defensiva, contar con un portero como Oblak es una bendición, pues el esloveno no sólo es capaz de comandar la defensa en las grandes instancias, sino que además es un imán a la hora de salvaguardar su meta de los bombardeos rivales.

Su partido el fin de semana pasado fue el mejor ejemplo de este último escenario.

Ante un Valladolid que se jugaba la vida, el Atlético de Madrid logró mantener su portería a cero y llevarse la victoria ajustada por 1-0, gracias a las manos salvadoras del Jan Oblak. El arquero fue decisivo en hasta seis clarísimas oportunidades de los de Pucela, que nada pudieron hacer ante el muro que levantó Oblak en su portería.

El internacional es completísimo, va bien tanto por alto como por bajo, sabe sacar la pelota jugada con los pies, y tiene unos reflejos felinos. Sus grandes actuaciones han dado ya muchas noches de gloria a los colchoneros, sin ir más lejos en las semifinales de la Europa League el año pasado ante el Arsenal (con un jugador menos, Oblak fue capaz de aguantar el chaparrón) o en la Supercopa de Europa de este verano ante el Real Madrid.

Con su producción bajo palos, Oblak se ha convertido en el orgulloso heredero de una portería que en la última década ha sido defendida por David De Gea y Thibaut Courtois.

Ambos considerados de los mejores porteros del mundo, parecía imposible que alguien llegara a ese nivel una vez más en el Atlético de Madrid, pero visto lo visto en los últimos cuatro ejercicios, el esloveno les ha conseguido superar de lejos y convertirse en el mejor portero de la historia del Atlético de Madrid.

Así, nadie puede debatir que la inversión realizada en Oblak de cara a futuro será más que amortizada, y aunque los delanteros siempre tengan mucho más caché, el esloveno acabará por ser el mejor jugador de la era Simeone en el club.