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Barça jugará con equipo alterno ante el Celta

BARCELONA -- Conquistada la Liga y aparcada la final de Copa hasta el 25 de mayo, el Barça solo tiene ojos para Europa y jugándose su pase a la final de la Champions el martes en Anfield, el partido de este sábado en Vigo se ha convertido en apenas un trámite, incluso incómodo, en el que Valverde, como hiciera en Huesca, pondrá en el escenario un equipo donde las estrellas brillarán por su ausencia.

Así, el técnico no se anduvo con medias tintas y dejó fuera de la lista hasta ocho titulares, con Messi al frente. Pensando en Liverpool el Barça viajará a Vigo sin Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Jordi Alba, Busquets, Rakitic y Suárez, además del capitán, entendiéndose que en Balaídos de entre Semedo, Lenglet, Arthur, Coutinho y Dembélé al menos tres de ellos, los dos zagueros principalmente, pudieran quedar en el banquillo.

Las prioridades ya quedaron claras en cuanto Luis Suárez ni saltó a entrenar al césped de la Ciudad Deportiva (oficialmente se quedó en el gimnasio “haciendo trabajo específico”) y se sumaron a la sesión preparatoria Iñaki Peña, Wague, Oriol Busquets, Collado, Riqui Puig, Carles Pérez i Abel Ruiz. El equipo ‘B’, tal como ocurrió en Huesca, será el protagonista en Balaídos.

No es una situación novedosa y, de hecho, lo anunció sin disimulo ninguno el entrenador en la sala de prensa. “Vamos a hacer cambios porque pienso que es necesario” afirmó el Txingurri, avisando que a pesar de ello “iremos con la misma intención de ganar, juegue quien juegue” y recordando que el equipo “viene de unas semanas con mucho esfuerzo” para argumentar esa decisión de apartar del plano a varios de sus intocables.

SERIEDAD

Desde el mismo momento en que el Barça concretó el alirón frente al Levante quedó claro que las tres jornadas ligueras que le restan ante Celta, Getafe y Eibar serían tratadas de una manera especial por el cuerpo técnico, dosificando a sus jugadores con el objetivo de, primero, afrontar con las máximas garantías la vuelta de la Champions en Liverpool y, después, tener el suficiente descanso para disputar primero la final de Copa en Sevilla el 25 de mayo frente al Valencia y, una semana después, la final de la Champions en Madrid, objetivo aún no cerrado pero que es la mayor obsesión, o ilusión, en el vestuario del Camp Nou.

Valverde, sin embargo, repitió y sostuvo de forma directa que el Barça acudirá al partido de Balaídos “con seriedad y el ánimo de ganar” y que nadie puede dudar de las intenciones del campeón a pesar de la situación que atraviesa.

De hecho, para el equipo azulgrana, sin ser trascendental, este es un partido en cierta forma especial puesto que suma cuatro partidos consecutivos sin ganar en

Balaídos, donde habiendo empatado el año pasado dos veces (1-1 en Copa y 2-2 en Liga), los dos anteriores recibió cuatro goles en sendas derrotas muy dolorosas bajo el mando de Luis Enrique.

Con el Celta jugándose la permanencia, está solo dos puntos por encima del Valladolid que marca el descenso, el Barça acudirá con la mirada puesta en la Champions… Pero decididos los jugadores que entren en el equipo, se supone que con Riqui Puig, a mostrar su mejor imagen.