<
>

El 1x1 del Barcelona en la Supercopa

TER STEGEN. Salvador.
Evitó, con una atajada magnífica a un penalti de Ben Yedder, el empate del Sevilla en el último minuto para cerrar una muy buena noche. Después de recibir gol en el primer remate, ante el que no pudo hacer nada, salvó, tras el empate de Piqué, una ocasión clara del Sevilla en la primera mitad, otras dos en la segunda y el penalti definitivo.

SEMEDO. Flojo.
La rapidez en los contragolpes sevillistas le dieron problemas, costándole recuperar la posición y correr hacia atrás. No aportó demasiado en ataque por su banda, evidenciando que necesita mejorar, aunque mejoró sus prestaciones en la segunda mitad.

PIQUÉ. Ambicioso.
Sufrió de entrada en defensa, pero se fue entonando en la salida de balón, haciéndose fuerte en su posición y sumándose al ataque con valentía hasta encontrar el premio del gol en el empate.

LENGLET. Intermitente.
Se mostró poco contundente al principio, dejándose ganar por Muriel en el 1-0 para, poco a poco, mostrar sus condiciones con un excelente toque de balón y buen posicionamiento. Poco acostumbrado aún al sistema del Barça, sufrió al correr hacia atrás.

JORDI ALBA. Precipitado.
Su alma de extremo y la poca consistencia de Dembélé en la banda le dio mucho protagonismo en ataque y le penalizó en defensa. No llegó a tiempo para evitar el remate de Sarabia en el 1-0 y le costó cerrar su lado en defensa.

BUSQUETS. Clarividente.
Nada cambia en él. Sigue siendo el faro que dirige el inicio del juego azulgrana, buscando y encontrando casi siempre el pase oportuno hacia las bandas y sabiendo cortar el ataque rival cuando fue necesario.

ARTHUR. Introvertido.
Dejó destellos de su calidad, de su buen toque y mejor combinación, pero le faltó atrevimiento y capacidad de mando. Forzó la falta que acabó con el empate de Piqué, aunque evidenció que necesita soltarse más y ser más atrevido con el balón. Coutinho le sustituyó a los 53 minutos.

RAFINHA. Solvente.
Valiente en la conducción, lógico en el pase, peleón en la recuperación y rápido en la visión de juego, el canterano dio muestras de haberse ganado su continuidad en el equipo, aunque, extrañamente, Valverde decidió cambiarle en el descanso por Rakitic.

DEMBÉLÉ. Catapultado.
El entrenador le dio un empujón al ponerle en el once inicial y respondió con atrevimiento, buscando el uno contra uno y siendo el más rápido y también el más impreciso. Su precipitación le llevó a perder muchos balones y se encontró con los puños de Vaclik en su mejor ocasión a la hora de partido, antes de convertir su noche en magnífica con el gol de la victoria, que anotó con un disparo soberbio. Le sustituyó, en la recta final, Arturo Vidal.

MESSI. Tranquilo.
Dio la sensación de comenzar a medio gas, sin entrar mucho en juego y haciéndolo desde posiciones muy retrasadas, iniciando la jugada más que acabándola. Poco a poco fue tomando el ritmo del juego, acabó la primera mitad estrellando un lanzamiento de falta en el palo que remachó Piqué y a partir de ahí, se convirtió en el director ofensivo, gozando de dos buenas ocasiones para marcar.

LUIS SUÁREZ. Infortunado.
Dio la sensación de no estar en su mejor forma, después de apenas una semana de entrenamientos que provocaron que le costase llegar a tiempo a los balones. Falto de rapidez, peleó sin suerte y dio la sensación de cansancio.

RAKITIC. Incombustible.
Ocupó el puesto de Rafinha en la segunda mitad y pareció estar en plena forma, imposible imaginar que solamente lleva una semana de pretemporada. Dio consistencia al centro del campo, asociándose bien en el juego de ataque y tratando de evitar las mortales contras del Sevilla.

COUTINHO. Aclimatado.
Entró por Arthur comenzada la segunda mitad y ofreció más al juego ofensivo del equipo, mostrando mucho más conocimiento del futbol azulgrana que su compatriota recién llegado.

ARTURO VIDAL. Debutante.
Sustituyó en la recta final a Dembélé para reforzar el centro del campo. No tuvo apenas incidencia en el juego, aunque su presencia se adivina como la confianza absoluta que tiene en él Valverde.