Pero el equipo antillano bajo la dirección de su nuevo entrenador, el peruano, Miguel Company, se convirtió en una de las sopresas agradables y positivas de una competición que hasta el momento no se ha destacado por el buen fútbol de las 12 selecciones que comenzaron la competición organizada por la antigua CONCACAF.

Cuba, como había hecho frente a Estados Unidos en el primer partido que perdió por 1-0 y de penalti inexistente, volvió a demostrar una gran firmeza y disciplina en el campo, mientras que su condición física fue siempre excelente y una gran mejoría en el apartado táctico.

"Nuestro gran problema ha sido no tener a un jugador que pudiese definir en los metros finales cuando atacamos porque de lo contrario podríamos haber ganado a Estados Unidos y Corea del Sur", declaró Company.

El técnico peruano dijo sentirse contento con lo que habían logrado en su participación en la Copa de Oro porque llegaron para seguir su proceso de crecimiento del fútbol como deporte importante en Cuba y pensaba que lo habían conseguido.

"Debemos partir de la premisa que el fútbol no ha tenido nunca la tradición nacional que tienen otros deportes como el béisbol, el boxeo, el atletismo y otras disciplinas, pero estamos trabajando con la máxima seriedad y ante rivales de la importancia y calidad como son los que participan en la Copa de Oro demostramos seriedad", subrayó Company.

El máximo responsable técnico de la selección de Cuba recordó que les había tocado enfrentarse a dos de las cinco selecciones mundialistas que participan en el torneo de la Copa de Oro.

"Nos interesa enfrentarnos a países que tengan un nivel futbolístico superior para que podamos mejorar en los conceptos técnicos y tácticos", subrayó Company. "Ya hemos logrado progresos en la personalidad competitiva y aspectos que nos colocan en el buen camino, aunque como es lógico todavía no estamos a la par de lo que son los países importantes dentro de la CONCACAF", explicó.

Company dijo que el gran triunfo para Cuba había sido la gran demostración que dio cada vez que salió al campo de que tenía personalidad para desarrollar sus argumentos futbolísticos como equipo y luchó al máximo.

"No llegamos para especular con nada sino para dar el mejor espectáculo deportivo en el campo y luchar al máximo para poder contrarrestar la superioridad de nuestros rivales", destacó Company.

El gran objetivo de Company de cara al futuro no es otro que el de colocar al equipo de Cuba entre los que disputen el hexagonal de la CONCACAF que les de opción a luchar por un puesto en una Copa del Mundo.