El partido, disputado en el estadio Rose Garden de Pasadena, California, supuso un valioso triunfo para los costarricenses, que disputarán la final de la Copa de Oro con el vencedor de la otra semifinal que disputarán Estados Unidos y Canadá.

Los costarricenses jugaron en el primer tiempo un fútbol con pocas propuestas, que lo obligaban a replegarse en la parte de atrás y a tratar de sacar la mayor ventaja en sus contados subidas a la portería de los coreanos.

La selección de Corea, que cerró todas las posibles salidas a los costarricenses jugando con un fuerte marcaje, y con su habitual velocidad prácticamente anuló en la cancha al equipo de Costa Rica.

Los primeros 45 minutos de juego hubo pocas llegadas dado el juego defensivo de los coreanos y las pocas posibilidades de los costarricenses de liberarse de la marca de los asiáticos.

Casi al final de esa primera parte, los costarricenses empezaron a jugar solamente con toques de balón rápidos, que le permitió ir abriendo espacios para llegar a la portería coreana.

En la segunda parte, los coreanos reforzaron la defensa y jugaron al contraataque, por lo que los costarricenses empezaron a ceder la media cancha y a perder la oportunidad de seguir amenazando la portería coreana.

Paulo César Wanchope reencontró el juego de primera intención y marcó los dos goles que dieron una claro triunfo a los costarricenses, que se hicieron de un boleto para la final de la Copa de Oro.

Por los coreanos disminuyó la diferencia Yong Soo-Choi, pero el intento de los coreanos de remontar el marcador cuando Wanchope anotó su segundo gol del partido y sentenció el marcador.