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España busca el tricampeonato con un cambio generacional

Rodeada de las mayores medidas de seguridad de la historia del deporte, Francia y Rumanía darán inicio el viernes a una Eurocopa con sabor a cambio de mando.

España, campeona las dos últimas ediciones, acude al torneo instalada en la duda que rodea al equipo de Del Bosque, derrumbado sin miramientos en el Mundial de 2014 y tan necesitado de recuperar el amor propio como consciente de la disminución de su condición de favorito. Y con no menos de cuatro rivales suspirando por arrebatarle la corona.

Renovada con hasta 11 futbolistas que no acudieron a Brasil, la selección española pelea de cara al exterior por mantener en el plano la personalidad que comenzó a darle Luis Aragonés en 2008 y que a través de mimar el balón le regaló la mejor etapa de una historia que se cortó de sopetón hace dos años y que en Francia pasará su examen final.

Un examen en el que se aventuran contrincantes especialmente duros por más que la ampliación del torneo a 24 selecciones le reste, en buena lógica, dramatismo a una primera fase que los poderosos deberían superar sin dificultades aparentes. O no.

FAVORITAS

Francia, campeona en 1984 y 2000, acude con etiqueta de favorita innegociable. A la polémica ausencia de Benzema responde con la prestancia que se le supone a la pareja formada por Kanté y Pogba, la explosividad de Payet y el descaro de Martial para, bajo el mando de Deschamps, conquistar la corona.

Junto a la anfitriona ocupa un lugar predominante la Alemania de Löw, campeona del Mundo en Brasil y que perseguirá su cuarta corona europea, primera desde 1996, con un equipo tan compacto como brillante y duro. Rescatado a última hora Schweinsteiger y con Müller como mayor exponente, a la Mannschaft no se la discute. Se la espera.

Campeona en vigor, España despierta tanta esperanza como desconfianza ofrece. Punto y aparte o punto y seguido, Del Bosque, que se despedirá en este torneo del banquillo con la Roja dispuesta a demostrar que para nada está pasado de moda su tiki-taka y que, como el Barça con Luis Enrique ha sabido reinventarse a partir de una idea.

Italia es favorita por naturaleza. La Azurra puede estrellarse (no sería la primera vez) pero acude al torneo, como siempre, envuelta en una aura especial. Conte se despedirá antes de iniciar su aventura en el Chelsea con una idea fija: trasladar a la selección el sabor de la victoria que le dio a la Juventus... Pero de todas las grandes es la que peor inicio tiene por cuanto se las verá en un mismo grupo con la pujante Bélgica y la indescifrable Suecia.

CANDIDATAS

¿Dará de una vez Inglaterra el paso adelante? "Somos la España del pasado. Contamos con generaciones excelentes pero a la hora de la verdad no alcanzamos". La frase, de Gary Lineker, explica la realidad del equipo de Hodgson y le traslada la presión a Rooney, aquel jovenzuelo que ya alcanzó la madurez y precisa conducir la esperanza de un equipo siempre desconcertante.

Silenciada por un derrumbe que le mantuvo fuera del Mundial en 2006 y 2010 y que no disputa una Eurocopa desde 2000 (la jugó como organizadora), Bélgica ha dado a luz a una generación de la que se espera mucho. De Courtois a Hazard, de Lukaku a De Bruyne, de Witsel a Carrasco, Dembele y Benteke, los Diablos Rojos han sido catapultados al primer plano.

Portugal, subcampeona en 2004 y que desde 1996 no se baja de las primeras ocho plazas, llegará hasta donde alcance Cristiano Ronaldo. Existe alrededor del equipo de Fernando Santos la sospecha de ser esta la Eurocopa de la despedida de una excelente generación de futbolistas, decididos a subir ese último escalón que nunca antes alcanzaron.

ASPIRANTES

A partir de aquí puede abrirse un abanico de selecciones que confían con dar el paso adelante, ya sea para instalarse entre la aristocracia del futbol continental o por el simple hecho de dar la campanada, como hiciera en 1976 la extinta Checoslovaquia o Grecia en 2004 .

En el primer pelotón podría colocarse la Suecia que comandará Ibrahimovic; Rusia; la Croacia de Modric, Rakitic y Mandzukic; la República Checa o Turquía; mientras que en el papel de aspirantes a sorpresa no será descabellado colocar a Polonia y a Ucrania.

INVITADAS
Y quedan diez, entre el relleno y el sueño, que, de entrada, acuden al torneo sin demasiado que decir. Cierto es que no tiene el mismo peso Suiza que Irlanda o Hungría pero, a la hora del argumento futbolístico, su presencia en la Eurocopa se aventura testimonial.

Claro que también lo era Grecia en 2004... Y aunque pudiera considerarse una utopía que imitaran la excepcional campanada que protagonizó el Leicester en la Premier, los debuts de Islandia, Gales, Albania o Irlanda del Norte y el papel de Eslovaquia, Rumanía o Austria se contemplan como un simple relleno de equipos para los que alcanzar los octavos de final del campeonato ya sería un éxito.