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PARÍS -- Neymar y Cavani ocupan y preocupan en el PSG. Lo visto el domingo, durante el partido frente al Olympique de Lyon, donde discutieron por el cobro de un penalti que al final erró el uruguayo, confirmó que el ego de ambos futbolistas amenaza con romper la armonía en el líder y que el ambicioso proyecto de Nasser Al-Khelaifi puede sufrir problemas inesperados. “Los dos son capaces de tirar los penaltis y no hay una jerarquía. Si no hay acuerdo entre los dos, tomare una decisión”, sostuvo al acabar el encuentro Unai Emery, asegurando que el brasileño llegó al club conociendo la ambición del club y dando a entender que debe implicarse en el grupo… Pero alrededor del Parque de los Príncipes la cuestión ya es de máxima preocupación. Cavani conquistó la consideración de crack indiscutible tras la marcha de Zlatan Ibrahimovic en la primavera de 2016 después de compartir tres temporadas de difícil relación entre ambos. El uruguayo, de hecho, llegó a amenazar en 2015 con dejar el club, cansado de ser un simple secundario a las órdenes del jugador sueco, autoproclamado sin disimulo ninguno como la estrella del equipo, y permaneció en el equipo, llegando incluso a renovar hasta 2020, al adquirir la consideración de ‘primer espada’. Pero el fichaje de Neymar ha devuelto los problemas al plano. AL-KHELAIFI NO QUIERE MAL AMBIENTE La imagen que ofrecieron los dos jugadores durante el partido frente al ‘OL’ no pasó desapercibida en el palco del Parque de los Príncipes, donde Nasser Al-Khelaifi ya tuvo que lidiar con la incómoda compañía de Jean-Michel Aulas, presidente del Lyon, y no pudo ocultar ante su invitado de honor, Nicolas Sarkozy, la preocupación que causa la relación entre las estrellas de su equipo. “Cuando llegas a un nuevo equipo, lo habitual es que te integres sabiendo el rol de cada uno… Pero Ney ni se ha molestado en pensar eso”, explicó a ESPN una fuente cercana al PSG y que dio por hecho que el crack brasileño ha entrado en el club considerándose “el número uno”. El presidente pidió a Emery que cierre cualquier polémica de inmediato, no queriendo que se repitan imágenes como las vistas en el partido del Parque de los Príncipes, pero atendiendo al fuerte carácter de Cavani parece difícil sospechar que el delantero uruguayo esté dispuesto a ceder su papel protagonista y goleador. La duda aumenta con la presencia de no pocos jugadores brasileños en la plantilla, empezando por un Dani Alves que tomó partido de manera directa y personal y que provoca que la figura de Cavani se tema en minoría… Y que, en el escenario más temido, pueda desembocar en una guerra de clanes dentro de la plantilla.
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