Fútbol Americano
Jordi Blanco | ESPN Digital 7y

Neymar ya 'rompió' el vestidor en el PSG

PARÍS -- Neymar disfruta de un salario galáctico que, de acuerdo a documentos filtrados por ‘Football Leaks’, roza los 37 millones de euros, netos, por temporada. Así podría, de alguna manera, explicarse su fichaje por el PSG…

Y, quizá, así también se pueden entender los problemas que sufre en un vestuario que se contempla menos unido de lo deseable.

Neymar pidió perdón de una manera muy suya al regreso de su fiesta en Londres pero cuando supo que Cavani no cedía en su intención de dejarle lanzar los penalties se borró, se intuyó alrededor del vestuario, del partido a jugar el sábado frente al Montpellier, aduciendo unos inesperados dolores en el pie.

Según una información del diario ‘El País’ el futbolista brasileño ya tuvo un aterrizaje difícil en el PSG debido a que el monto de su fichaje, 222 millones de euros, y las amenazas de la UEFA de apartar al club de la Champions la próxima temporada si vulnera el Fair Play financiero motivaron que Nasser Al-Khelaifi pusiera a más de media docena de jugadores en venta, lo que provocó un fuerte disgusto en el vestuario.

Futbolistas como Draxler, Di María, Ben Arfa, Pastore, Moura o Thiago Silva se sintieron despreciados por el presidente y solamente dos de los señalados (Matuidi y Aurier) acabaron abandonando el club mientras Cavani lideraba una corriente de apoyo en la plantilla por sus compañeros, que primero aceptaron de buen grado a Neymar… Hasta que dejaron de hacerlo.

El PSG acabó echándose atrás en su decisión de liquidar a media plantilla pero en el vestuario la figura de Ney ya fue cuestionada. Thiago Silva, antiguo capitán de la selección brasileña a quien Dunga quitó el brazalete a favor del ex jugador del Barça y que mantiene en el club la capitanía, intentó que la relación entre su nuevo compañero (conocido, que no amigo íntimo en la selección) y el grueso de la plantilla fuera amistosa… Pero ni de lejos lo consiguió.

Cavani trasladó al presidente que no tenía intención de dejar de lanzar los penalties amparándose en su veteranía y el vestuario se quebró. Ahora mismo Ney mantiene el apoyo de su núcleo duro de brasileños, liderado por Dani Alves y con Motta y Lucas Moura a su lado.

Con Thiago Silva nadando entre dos aguas y Marquinhos ejerciendo de puente, Ney se ha ganado la amistad indiscutible de Mbappé y el favor de otros franceses como Rabiot, Kimpembe o Kurzawa… Pero Emery entiende que la frialdad con Meunier, Pastore, Verratti, Di María, Draxler y, por encima de todo, Cavani, es un problema muy difícil de gestionar.

Neymar no quiere, se sustenta en París, ser únicamente el líder futbolístico del PSG, sino que desea, exige, ser el dueño absoluto del equipo para que su imagen pueda rivalizar con Messi y Cristiano Ronaldo. Y en el Parque de los Príncipes no ha encontrado, por ahora, todos los favores esperados.

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