Luego de 112 años de historia, y después del 3-2 ante el Manchester United, el West Ham estaba listo para dejar ir a Boleyn Ground. Pero la celebración de la despedida del mítico estadio en donde jugó Bobby Moore, de alguna manera maquillaba el traspié continuo en el que se ha convertido la actualidad y el futuro reciente del Manchester. Un club histórico que, hoy, mira a la Champions por la vitrina, desde la parte de afuera de la tienda. Que pudo despedirse de sus opciones en Upton Park.
Martial casi lo logra. Al menos hizo lo que pudo. Dos goles del francés, el mismo que los metió en la final de la FA ante el Crystal Palace. ¿Pero puede esta Copa salvar la temporada de un club que no consiguió en Moyes ni en Van Gaal el estratega adecuado? El primero, porque de por sí es complicado sustituir a la leyenda. El segundo porque ha tenido a tiro, en sus manos, la posibilidad de regresar a la Champions, de la que lo eliminaron en la fase de grupos de la actual campaña, siendo superado por el Wolfsburgo y el PSV.
Esto nos hace pensar en el fútbol de Inglaterra. Uno que tuvo presencia en la mejor competición de clubes con el City de Pellegrini, que cayó ante el Madrid -y que ahora debe preocuparse en la Premier no sólo por los de Old Trafford, sino por los "hammers". El Arsenal y el Chelsea que tampoco pasan por sus mejores años, tan lejos del nivel esperado. Mejor imagen ha mostrado el Liverpool. Porque si, pasó trabajo en Europa League ante el Dortmund, pero terminó protagonizando una épica remontada en Anfield de tres goles en 25 minutos. Los de Klopp, así, esperan el 18 de mayo para enfrentar en St. Jakob-Park al vigente campeón de la UEL, el Sevilla.
Podría decirse que el futuro inmediato del Manchester United pasa por Wembley. El 21 de mayo tendrán su cita ante el Crystal Palace en la mencionada final de la FA Cup, reeditando aquella de 1990, en la que ganaron los Red Devils en el "replay". Ganar garantiza, al menos, la fase de grupos de la Europa League. Pero diría que el futuro inmediato del United pasa más bien por la llegada de un nuevo estilo. ¿El de Mourinho? Lo cierto es que Boleyn Ground parece haber despedido al United de la Champions... Pero sobre todo a Van Gaal.