El fútbol moderno puede parecer un juego de falsos nueves y diez, mediocampistas ofensivos y volantes invertidos, pero 2017 amenaza con ser el verano de los delanteros -- no tanto en el campo de juego, sino en el mercado de pases.
A veces las ventanas adquieren determinadas temáticas. Enero de 2017 quedó definido por las inversiones chinas, el verano de 2016 fue notable por el mega pase de Paul Pogba a Manchester United, y los de 2009, 2013 y 2014 fueron significativos por la competencia de talento entre Real Madrid y Barcelona, que intentaban adquirir a los mejores jugadores del mundo entre las superestrellas rivales.
Pero estos meses de junio, julio y agosto parecen estar definidos por los delanteros. Es muy poco frecuente, por no decir único, que tantos delanteros de semejante nivel o jerarquía tengan posibilidades de ser vendidos en la misma ventana. Hay razones para creer que Sergio Agüero, Pierre-Emerick Aubameyang, Diego Costa, Antoine Griezmann, Zlatan Ibrahimovic, Alexandre Lacazette, Romelu Lukaku, Kylian Mbappe, Álvaro Morata, Wayne Rooney, Alexis Sánchez y Daniel Sturridge podrían tener nuevos empleadores en septiembre.
Sería sorprendente que todos cambien de equipo, pero tampoco es ridículo predecir que la mayoría se mudarán. Es más rápido nombrar a los centro delanteros que tienen más chances de quedarse donde están --Edinson Cavani, Gonzalo Higuaín, Harry Kane, Robert Lewandowski y Luis Suárez forman una pequeña banda-- que enumerar la letanía de pretendientes.
Varios factores parecen estar convergiendo al mismo tiempo, creando un lucrativo carrusel. El dinero chino le suma un elemento al mercado, y Rooney y Costa parecen ser los jugadores con más chances de ser atraídos al este. Se suman las cuestiones contractuales: Por lo general, los clubes de elite pueden negarse a vender, pero Arsenal corre el riesgo de perder a Sánchez en una transferencia libre en 2018, mientras que Ibrahimovic, cuyo contrato termina este verano, se encuentra en una posición de gran poder.
Luego están los caminos opuestos de aquellos que se encuentran en curvas ascendentes y descendentes: Mbappe es la estrella en ascenso, una sensación adolescente quien quizá esté progresando demasiado rápido para que Mónaco pueda mantenerlo, mientras que Rooney, de 31 años, está en declive. También están aquellos desplazados por los cambios en la dirección: Rooney fue dejado de lado por José Mourinho, Sturridge perdió su lugar en Liverpool bajo Jurgen Klopp, y Agüero fue relegado al banco de Manchester City por Pep Guardiola mientras Gabriel Jesús estuvo sano.
El fútbol de Champions League parece ser una motivación de cambio tanto para Sánchez como para Lukaku, y el belga también podría reflejar una de las razones por las que el mercado de este verano está tan concurrido: El del año pasado fue relativamente tranquilo. De la verdadera elite, sólo Higuaín, Ibrahimovic y Morata --cuando Real Madrid ejerció su opción de recompra para traerlo de Juventus-- cambiaron de casa en 2016. Lukaku parecía ansioso por salir de Everton, y Costa quería regresar al Atlético de Madrid. Así que este año podríamos ver las operaciones de dos mercados en uno. Será una corrección tardía después de un estancamiento.
Ofrece más oportunidades para los que ascienden. Les ofrece a los ricos y codiciosos la oportunidad de gastar en los jugadores más glamorosos y prolíficos de todos, los delanteros. Atípicamente, Real pasó un verano sin comprar un galáctico el año pasado. Ahora, ya sin la amenaza de un embargo de transferencias, eso seguramente cambiará con una oferta a Aubameyang. United invirtió mucho en un mediocampista, Pogba, en 2016, pero en 2017 podría apuntar a un goleador en Griezmann.
Luego llegaría el efecto dominó. Si Atlético necesita reemplazar al francés, podría apuntar a Costa o a Lacazette. Si Costa deja Chelsea, quien habría sido el nro. 2 de la lista de Antonio Conte el año pasado, Lukaku y Morata serían candidatos lógicos. Si Agüero deja City, ¿vendría Mbappe, quien atormentó al equipo en la Champions League, o Sánchez, quien jugó con Guardiola en Barcelona? Y en cada caso, el vendedor contaría con una suma inesperada a su disposición que le permitiría gastar más, lo cual en algunos casos significa que la siguiente tanda de delanteros también podrían cambiar de empleadores.
En un momento en el que el proteccionismo está ganando popularidad, ésta es la versión futbolística del libre comercio en un deporte globalizado, donde el dinero circula entre los clubes y las ligas. Considerando que Higuaín se convirtió en el cuarto jugador más caro de la historia el verano pasado con 28 años, las cifras podrían ser enormes. Solamente dos de los 10 acuerdos más costosos de la historia fueron para delanteros puros, ya que el argentino y Suárez son ampliamente superados por mediocampistas ofensivos y volantes. Sería una sorpresa que dicha afirmación siga siendo verdadera dentro de cuatro meses.
Este año debería ser diferente del verano pasado, cuando los clubes grandes que operaron en general compraron delanteros de menor calibre, como Vincent Janssen, Michy Batshuayi o Lucas Pérez. Debería marcar un contraste con la típica preservación del status quo ofensivo. Porque cuando la mayoría de los jugadores de primera ya han gravitado a lo más alto y la mayoría de los clubes poderosos no tienen necesidad de vender es imposible renovar las plantillas, y entonces es más conveniente que no se debiliten dejando ir a buenos goleadores.
Pero este año no es así. No en el verano de los delanteros.
Richard Jolly cubre la Premier League y la Champions League para ESPN FC. Twitter: @RichJolly.