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Con el primer equipo en Asia en una gira para conocer a los fans y jugar un par de amistosos, los Spurs están disfrutando un merecido descanso de la exigente temporada. Cerrar la Premier League con dos contundentes triunfos visitantes fue la frutilla del postre, prueba de que el equipo había aprendido las lecciones de la temporada anterior y desarrollado un lado despiadado en los últimos partidos aunque no hubiera mucho en juego. Pero ahora vuelve a empezar el trabajo duro. Es inevitable que algunos jugadores se vayan durante el transcurso del verano. Es algo que sucede en todos los clubes, y los Spurs no serán la excepción, sobre todo porque muchos de ellos seguramente serán el blanco principal de otros equipos con gran presupuesto. Para el DT Mauricio Pochettino, la clave será aferrarse a los jugadores que considera fundamentales para sus planes. Solamente él conoce en profundidad el valor que cada jugador tiene para Tottenham. El plantel ha sido confeccionado para jugar acorde a sus instrucciones, y Pochettino es muy consciente de sus puntos fuertes y de sus limitaciones. Si Kyle Walker y Eric Dier están en la puerta de salida, como se ha rumoreado durante las últimas semanas, sólo deberían irse porque el DT tiene candidatos para reemplazarlos. Pochettino no se engañará con que su plantilla no necesita refuerzos, aunque no sea en los lugares más esperados. A esta altura del año pasado, era universal la idea de que los Spurs necesitaban un segundo delantero por si Harry Kane se lesionaba. Tottenham compró a Vincent Janssen pero se las arregló bastante bien sin él. Aquellas veces que Janssen sí jugó, se lo vio poco afilado. Pero Dele Alli, Heung-Min Son y Christian Eriksen fueron capaces de aportar los goles que le faltaron al holandés. Así que es poco probable que la máxima prioridad de los Spurs sea un delantero. Pochettino, en cambio, buscará reforzar el mediocampo defensivo. Cuando Victor Wanyama y Mousa Dembele se lesionaron al mismo tiempo, los Spurs estuvieron atípicamente vulnerables y tuvieron problemas para vincular la defensa con el ataque. Es probable que Pochettino también reconsidere a sus volantes de segunda línea. Moussa Sissoko y Georges-Kevin N'Koudou no tuvieron el impacto esperado, y deben haber dudas sobre las condiciones físicas a largo plazo de Erik Lamela. Los Spurs no pueden darse el lujo de tener un jugador de £30 millones que se pasa más tiempo en rehabilitación que en la cancha. Pero no es sólo el personal lo que ocupará la mente de Pochettino. También está la mudanza a Wembley y cómo cuantificar qué constituiría una temporada exitosa el año que viene. Durante sus tres campañas en Tottenham, Pochettino ha terminado quinto, tercero y segundo. El progreso ha sido agradable para todos los hinchas de los Spurs, pero será difícil de continuar fuera de White Hart Lane. Pochettino ha hablado de llevar a los Spurs a otro nivel, uno en el que el club empiece a ganar trofeos. Pero es más fácil decirlo que hacerlo. Ganar el título de la liga en Wembley, un estadio en el que los jugadores no se lucieron en sus partidos de Champions League la temporada pasada y que bien podría impulsar a sus rivales, casi seguramente será inalcanzable. La mayoría de los clubes tienden a desestabilizarse al cambiar de estadio, y que los Spurs logren replicar en Wembley el nivel que han tenido en White Hart Lane sería un logro sin precedentes. Como tampoco es probable que ganen la Champions League, Pochettino tendría que apuntar a la Copa de la Liga de Inglaterra y a la FA Cup si quiere levantar un trofeo. Nunca ha mostrado mucho interés en la Copa de la Liga, que coincide con la fase de clasificación de los torneos europeos, así que le queda la FA Cup. Podría decirse que los Spurs tuvieron mala suerte de no superar a Chelsea en la semifinal del certamen de este año ya que jugaron mejor fútbol durante la mayor parte de los 90 minutos, pero el resultado final contó su propia historia. A diferencia de los Spurs, Chelsea tuvo los jugadores necesarios para aprovechar sus oportunidades. Hace 26 años que Tottenham no levanta la FA Cup, y pocos dirían que logrará conquistarla durante una campaña de transición. Así que Pochettino tendrá la difícil tarea de manejar las expectativas tanto de los fans como de los jugadores, y estos últimos representan el mayor desafío. Aunque quieren que su club gane trofeos, la mayoría de los hinchas están contentos con la dirección en la que se encuentra el equipo. Manchester United habrá ganado dos copas esta campaña, pero conozco varios simpatizantes que cambiarían la campaña de United por la de Tottenham. Tottenham parece ser un equipo con rumbo y dirección, mientras que United apenas ha jugado por encima de la media. Es a los jugadores a quienes Pochettino debe conquistar. De alguna manera, debe transmitirles que él comparte su deseo de ganar torneos, sin cargarlos con expectativas poco realistas para lo que seguramente será una difícil temporada de transición. Si logra hacer eso, los Spurs hasta podrían llegar a ganar algo el próximo año. Como siempre, vivimos con esperanza. John Crace es uno de los blogueros de Tottenham para ESPN FC. Síguelo en Twitter @JohnJCrace.
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