Fútbol Americano
Andy Mitten 6y

Man. United necesita superar su crisis interna

Los fanáticos de Brighton en la grada principal comenzaron a cantar al unísono cuando vieron a José Mourinho en las pantallas de la televisión después del partido del domingo. "Despedido en la mañana", decía la letra, y más tarde repitieron la misma línea en dirección al colectivo del equipo marchándose. Unos minutos antes, 27,000 habían estado cantando: "¿Podremos jugar en su contra todas las semanas?" y "Queremos cuatro" mientras que su equipo superaba a Manchester United en casa por segunda vez desde mayo.

Tal como Brighton lo sabe, después de haber terminado en el puesto 91 entre los 92 equipos de la liga durante dos temporadas consecutivas a finales de la década de 1990, los clubes pueden tener golpes de suerte. Caer ante un equipo que por lo general gana en la Premier League no es lo mismo que caer ante uno que no lo logra con frecuencia, pero el United de agosto de 2018 es un equipo que preocupa a muchos fans. Los seguidores de United quedaron en shock después de lo que vieron el domingo y el público visitante comenzó a abandonar el estadio mucho antes del pitido final.

Mientras que Mourinho cumplió con todos sus compromisos con los medios después del partido y habló con unos cuantos titulares de derechos en el túnel del American Express Community Stadium, algunos de sus jugadores hablaron con sus compatriotas del equipo oponente, entre ellos David De Gea y Juan Mata, quien se puso al día con su colega español Martin Montoya. Muy cerca, mientras que dos hombres de seguridad custodiaban el vestuario de United, el vicepresidente ejecutivo Ed Woodward pasó al lado de ellos para ver a los jugadores adentro.

Mourinho estaba apagado cuando habló con los medios de prensa, pero explicó que no iba a ser crítico de manera individual ya que había sido demasiado honesto en el pasado con sus opiniones. Puede que eso les haya ahorrado un titular sobre Eric Bailly, pero no evitó que el equipo terminase siendo "Vapuleado por Brighton" y tampoco que Mourinho y Woodward escaparan de las críticas generalizadas.

Hasta finales de la semana pasada, cuando hizo una serie de entrevistas positivas entre las que se pudo ver una actitud grandilocuente en la que criticaba la falta de clase de Manchester City, Mourinho no había hablado sobre un rival durante un tiempo. Hay algo que no está bien – con él y su equipo – aunque la predicción de esos fanáticos de Brighton no se iba a hacer realidad el lunes por la mañana.

Es cierto que esta es la famosa tercera temporada en la que, en el pasado, las cosas han comenzado a fracasar para él en otros clubes, ¿pero la cantidad de problemas de United podrá ser resuelta si cambian a un hombre? Seamos realistas: el cambio constante de personal no le ha hecho muy bien al club en los últimos años.

Mourinho pidió ser juzgado después de tres años, pero la primavera y las sonrisas han pasado. Incluso antes del partido de ayer, se lo vio tenso mientras sus jugadores calentaban antes del juego. Él es quien establece el tono, y su retórica en las entrevistas al final de la semana pasada fueron un intento de hacer eso, pero cualquier actitud positiva o impulso después de la victoria del partido inaugural contra Leicester se disiparon rápidamente durante esa horrorosa primera parada en Brighton.

Es totalmente injusto culpar a un entrenador cuando le han fallado casi todos los jugadores. El reclutamiento del equipo ha dejado mucho margen para la mejora en esta década, con más fracasos que éxitos. Es frustrante cuando los jugadores a los que apuntaron, pero no ficharon – desde Karim Benzema hasta Eden Hazard – se han terminado posicionando entre los mejores del mundo en otros clubes.

Después de que De Gea llegó en 2011, United no ha podido firmar a un jugador que sobresalga, que sea un éxito mundial, aunque los delanteros Robin van Persie y Zlatan Ibrahimovic han tenido muy buenas primeras temporadas en Old Trafford. ¿Qué es lo que hace que los jugadores top parezcan tan ordinarios en este club?

Comparemos las recientes incorporaciones con los fichajes de jugadores como Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney, Rio Ferdinand, Nemanja Vidic, Edwin van der Sar, Michael Carrick, Patrice Evra y Carlos Tévez, quienes se sumaron entre 2002 y 2007, y complementaron un sistema juvenil que desde entonces ha estado perdiendo terreno en manos de rivales con más recursos.

En este momento, United es un equipo inconexo tanto dentro como fuera de la cancha, con diferentes mensajes llegando de parte del entrenador, del club y del capitán sustituto, Pogba, quien tuvo una performance tan pobre como el resto de sus compañeros y así lo reconoció, lo cual es más preocupante.

Luego, el lunes, Alexis Sánchez, quien se perdió el partido contra Brighton debido a una lesión y es el jugador con mejor sueldo del club, twitteó haciendo publicidad a una marca de ropa interior; y su timing fue peor que el de Bailly cuando cedió el penal ante Brighton. El posteo, en un mal momento en el mejor de los casos, fue borrado de inmediato.

Bailly y Lindelof ya no son adolescentes inmaduros que están disputando sus primeros partidos como profesionales, sino que ya son jugadores internacionales experimentados que firmaron por £30 millones mientras que Mourinho ya era entrenador. Los dos tienen talento, pero se han visto superados por el delantero de United, Glenn Murray, que cumplirá 35 años el próximo mes.

Fue una derrota, pero se sintió como mucho más que eso. No fue un hecho aislado, no fue un desliz, fue un día vergonzoso en un momento en el que era vital que el equipo arrancase con el pie derecho. Y tampoco se dejen engañar por el marcador 3-2: United no entró en el juego después de verse en desventaja, a pesar de que Brighton se quedó sin su capitán, Lewis Dunk, después de 19 minutos.

La temporada recién comienza y hay tiempo para recuperarse, pero hubo tiempo para recuperarse de un 3-1 abajo el domingo. Por el contrario, simplemente se rindieron. Mourinho será responsable de su parte, pero es igual de preocupante que su equipo sólo haya creado cuatro chances de anotación en los 90 minutos. Ese no es el equipo de Manchester United; eso es inaceptable.

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