Fútbol Americano
Ben Pearce 6y

Mauricio Pochettino debe restaurar la confianza tras el colapso ante Inter

Resulta extraño pensar que hace apenas tres semanas, la mayor preocupación de Mauricio Pochettino era el exceso de confianza, cuando el excelente arranque de campaña de Tottenham culminaba con un triunfo por 3-0 en Old Trafford.

Ahora, tras haber sufrido tres derrotas consecutivas con el club por primera vez, el argentino intenta levantar el ánimo de su equipo e inyectarle un poco de confianza.

"A mis 46 años, y con lo que amo este deporte, sé que puede haber momentos difíciles", dijo luego de la derrota del martes por 2-1 ante el Inter de Milán. "Claro que estoy decepcionado, porque después de Manchester United dije: 'Tengan cuidado, tengan cuidado', y lo difícil llegó después de superar a Manchester United en Old Trafford.

"Es mi responsabilidad tratar de cambiar esa dinámica, pero cuando la dinámica no es buena, lo más importante es trabajar más que antes y ser fuertes".

Después de derrotas por 2-1 ante Watford y Liverpool – con el último resultado dejando aplastados a los Spurs – todo parecía indicar que los fanáticos del norte de Londres habían encontrado un equipo de Inter Milan vulnerable en el mejor de los momentos. Mientras que los italianos tienen buen pedigrí europeo, en este momento son una sombra de lo que alguna vez han sido y han perdido dos de sus primeros cuatro partidos en la Serie A, ganando uno solo. Quedaron en el Bombo 4 del sorteo de la Champions League por una razón.

Tottenham, quizá amedrentado por su mala experiencia ante Liverpool, estuvo ansioso con la posesión durante la mayor parte de los primeros 45 minutos, pero pudo salir airoso. Jan Vertonghen, Davinson Sánchez y Eric Dier cedieron la pelota de manera peligrosa en el fondo de su propia mitad de cancha. Ben Davies, asustadizo en todo el partido, perdió la pelota por debajo de sus pies en la línea. Y Serge Aurier envió un cabezazo de atrás para un córner en vez de pasársela a Michel Vorm.

A pesar de todo lo anterior, los Spurs pudieron encontrarse con su juego.

Parecieron estar en medio de una sesión de terapia en la que podían ir logrando progresos a medida que el partido avanzaba, tomaron la delantera con el gol de Christian Eriksen en el minuto 53 y luego de eso repetidamente amenazaron con extender su ventaja. Esa tan preciada confianza estaba regresando, y mientras el reloj marcaba pasados los 84 minutos, la tan necesitada y fortalecedora victoria estaba al alcance de las manos.

Pero después los demonios regresaron. Al igual que ante Watford, Tottenham capituló, permitiendo que una ventaja en el descanso por 1-0 terminase siendo una devastadora derrota por 2-1.

En esta oportunidad, la caída fue aún más impactante porque el partido se dio vuelta al final. Y, mientras que el gol de Mauro Icardi con el que igualó el partido fue magnífico, sigue preocupando el hecho de que los Spurs hayan concedido el gol ganador otra vez tras una jugada a pelota parada -- el cuarto gol que han permitido de esta manera en tres partidos.

Sin dudas, después de esto, el daño mental habrá sido mayor.

Tampoco es que haya sido una vergüenza hacer caído ante Liverpool el sábado. El equipo de Jurgen Klopp fue finalista de la Champions League en mayo, después de todo. Pero los Spurs deberían haber despachado este equipo de Inter. Cuando Barcelona visitó el San Siro en noviembre, pudo dejar el fracaso de Tottenham en mayor evidencia.

Pochettino ha apuntado a bajar las expectativas durante toda la temporada, haciendo hincapié en las diferencias entre "la percepción y la realidad" alrededor del club y destacando la suerte que había tenido su equipo de ganar por 3-0 ante Manchester United. Este era un momento ideal para dejar claro su punto, pero decidió no hacerlo.

Mientras que repitió después del pitido final que su equipo “necesita mejorar mucho”, También describió las jugadas contra Inter como "nuestra mejor performance desde el comienzo de la temporada" – una sorpresa, aunque los Spurs hayan desperdiciado muchas oportunidades de definir el partido.

Pochettino agregó: "Creo que somos fuertes, hemos demostrado que vamos a poder ser el mismo equipo del pasado, ganando partidos, que tenemos la calidad que se necesita. Sólo que por diferentes razones estamos un poco retrasado en nuestras preparaciones. Ganamos algunos partidos, pero nunca me sentí conforme. "De todas formas, hoy comencé a ver buenas señales que indican que el equipo principal está de vuelta. Hoy hemos demostrado una gran personalidad y hemos podido controlar a un equipo como Inter Milan, que juega en San Siro, un lugar difícil. El equipo mostró carácter. No tuvieron suerte al final ya que no lograron el resultado que merecían.

En esta ocasión, lo que es cuestionable es la percepción de Pochettino – parecería estar olvidando el comienzo lento que duró más de media hora, y sin dudas desperdiciar los tres puntos al final demostró una gran falta de personalidad y carácter.

Pero quizá, a propósito, se puso unas lentes rosas para poder ver las cosas un poco de ese color. Quizá estaba siendo un poco más suave y en vez de arremeter contra las jugadas a pelota parada de su equipo en la defensa como lo hizo ante Watford, dijo al referirse a la victoria de Inter: "A veces necesitas un poco de suerte y tomar las decisiones aceradas en el momento indicado. Es cruel, pero es así”.

Después de decir el lunes que los Spurs no iban a ser "candidatos realistas en cada una de las competencias" si seguían jugando como lo hicieron contra Watford o Liverpool, quizá este haya sido un cambio de estrategia deliberado – un halago a sus hombres en lugar de otra dosis de enojo y realidad”.

Independientemente de lo que haya estado pensando Pochettino, necesita reaccionar y hacer algún cambio, ya que una cosa es segura – restaurar la confianza de sus jugadores se ha convertido en un problema más apremiante que lograr que permanezcan enfocados.

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