Fútbol Americano
Andy Mitten, ESPN FC 6y

Mourinho y el United vuelven a los reflectores ante Chelsea y Juventus

Después de la agitación que predominó los días anteriores a la pausa internacional, en Carrington se han hecho esfuerzos por limpiar el aire en la cancha del Manchester United. Ha habido discusiones serias entre los directivos con el deseo de darle un nuevo comienzo a la temporada y disipar la nube que ha estado envolviendo al club.

Desde los oficiales del equipo hasta el director técnico, jugadores y más allá, las reputaciones se han visto abolladas debido a la pobre forma del equipo, que ha perdido tres de sus primeros ocho juegos en la Premier League y que sufrió la eliminación en la Carabo Cup a manos del campeón Derby.

Si las cosas no mejoran, entonces, Jose Mourinho perderá su trabajo, pero él técnico no se rinde --se le ha visto una sonrisa algunas veces-- y tampoco quiere que sus jugadores lo hagan. Más allá, tiene el apoyo de los aficionados en los juegos; lo necesitará en las semanas que están por venir.

El ex equipo de Mourinho, Chelsea, lo espera el sábado -- el United tiene un pésimo récord en sus recientes actuaciones en Stamford Bridge, de un empate y siete derrotas en sus ocho visitas más recientes -- antes de que la Juventus visite Old Trafford en la Champions League tres días después.

Sin duda, los juegos son los compromisos más difíciles de la temporada hasta ahora y seguirán otros partidos difíciles. Cualquier confianza frágil proveniente de la victoria por remontada sobre Newcastle podría romperse, pero ese resultado también podría ser un punto de inflexión y conducir a un nuevo comienzo, especialmente, dado que las expectativas son discretas.

Mourinho está bajo una seria presión y se ha sentido infeliz por algún tiempo, pero también es capaz de gestos increíbles. En agosto, cuando fue contactado por la familia de un aficionado suizo seriamente enfermo, se dio cuenta de que estaría pronto en Suiza para una conferencia de técnicos de la UEFA y prometió visitarlo personalmente. Tristemente, el paciente falleció antes de que ocurriera, pero Mourinho aún insistió en encontrarse con su familia.

No es tan miserable como lo pintan algunas veces, pero tampoco es consistente con los jugadores. Siente que los jugadores pueden y deberían estar jugando mejor, mientras ellos son de la opinión de que no necesita batallar con ellos tan a menudo, algo que ha hecho desde qeu tomó el puesto en 2016, quejándose en privado desde el día uno de que las cosas no están tan bien como deberían.

Mourinho quiere al gente con él al ciento por ciento y que haga las cosas a su manera. Si lo hacen, piensa que los puede guiar hacia la gloria. Sir Alex Fergurson tenía una mentalidas similar de "todo o nada", pero usualmente eso viene de una posición de fuerza, no cuando el equipo se encuentra a la mitad de la tabla.

Está bien crear una mentalidad de "nosotros contra el mundo" si hay unión entre "nosotros", pero si el jefe tiene muchos desacuerdos, va a tener problemas. Los jugadores tienen más poder y dinero que nunca antes, si la presión comienza a hacer estragos, lo más fácil es prescindir del técnico.

Mourinho puede estar irritado por los comentarios de ex jugadores, pero sobre todo no quiere que lo despidan. Paul Scholes, por ejemplo, quiere que el estratega arregle las cosas porque es aficionado del United.

Muchos aficionados dudan. Cuando el United pasó de ir muy mal a hacerlo muy bien bajo el mandato de Ferguson a finales de los años ochenta, le tomó tres años. Mourinho terminó en segundo lugar la temporada pasada, lo que fue un buen logro, pero terminar por debajo de ello o en peor posición que en ronda de octavos de final en Europa será visto como un paso atrás.

El United no quiere ser visto como un club que despide a su gente, es un costo de conciencia caro para la familia Glazer. Los predecesores de Mourinho, Louis van Gaal y David Moyes, no fueron despedidos como reacción a resultados individuales, pero sí cuando fue imposible calificar a la Champions League y cuando el vicepresidente ejecutivo Ed Woodward estableció que los jugadores sentían que las cosas no estaban trabajando.

La tabla de la liga no miente y, mientras sólo han transcurrido ocho juegos de la temporada, el resto de los seis grandes están al menos cinco puntos mejor.

El anuncio del jueves de que Luke Shaw fue firmado en un nuevo contrato es otra situación positiva, como lo son las noticias de que está de regreso en los entrenamientos después de no atender sus responsabilidades con la selección de Inglaterra con una lesión de tobillo.

Después de una pausa de dos semanas que llegó en el momento adecuado, Mourinho y compañía regresan al centro de atención y el resplandor será tan fuerte como siempre. Comenzando el sábado en el centro de una cacería poco feliz, se necesitan resultados positivos para asegurar que la tensión no regrese.

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