Fútbol Americano
Michael Cox 5y

Rooney se despide de Inglaterra y hay polémica

Lógicamente, la llegada de la UEFA Nations League no sólo debería reducir el número de amistosos de poca importancia con el equipo inglés, sino además su relevancia. El equipo de Gareth Southgate tiene por delante un partido crucial de cara al descenso con Croacia el domingo, y puede que necesiten otra victoria para llegar a la final, por lo que el partido de calentamiento de esta semana contra los Estados Unidos al parecer representaba una oportunidad para afinar los detalles de algunas estrategias o para que los recién llegados experimentasen el fútbol internacional.

Pero a veces la lógica y el fútbol no van de la mano. En su lugar, la Asociación de Fútbol ha tomado la decisión de volver a convocar a Wayne Rooney, retirado del fútbol internacional, para una última aparición contra el país en el que ahora reside. Esto, se suponía, era para una causa benéfica, pero después se conoció que ninguna parte de los ingresos iba a ser destinada a la Wayne Rooney Foundation.

Este es efectivamente el “tributo en vida” a Rooney, la clase de eventos que uno por lo general asocial al cierre de los Brit Awards, cuando un actor respetado pero pasado de moda tiene unos 10 minutos de aire para repasar su carrera. Rooney probablemente hará lo suyo, se perderá el comienzo (Euro 2012), criticará a los fanáticos locales (Copa del Mundo 2010), luego será el jugador estrella de Inglaterra (Euro 2004), paseará por todas las posiciones (Copa del Mundo 2014) pasará al mediocampo (Euro 2016) y finalmente será expulsado (Copa del Mundo 2006). Para ser justos, valdrá la pena el precio que se pague por la entrada para ver todo ese show.

La marca final de Rooney de 53 goles hasta el momento, que superó el récord de larga data de Bobby Charlton, con 49, sin dudas es un logro extraordinario. En un momento pareció que Gary Lineker se iba a convertir en el goleador récord y terminó con 48. Luego nos aseguraron que Michael Owen se iba a convertir en el nuevo dueño del récord y terminó con 40, con su último gol convertido a los 27 años. Por lo que tenemos que afirmar además que la longevidad de Rooney sólo merece nuestro respeto y admiración.

De todas maneras, el legado de Rooney es más complejo. Este es un futbolista que, durante los últimos años de su carrera con Inglaterra, ha provocado sentimientos de desilusión por parte de sus seguidores. Durante años, Rooney complicó a Inglaterra al enlentecer el ritmo de juego y dejando al equipo diezmado en el mediocampo debido a su indisciplina táctica.

La carrera de Rooney se puede separar en tres partes:

La primera, lamentablemente breve, fue cuando Rooney irrumpió en la escena y parecía genuinamente imparable. Sus performances en la Euro 2004, usando su velocidad para romper las defensas oponentes a voluntad, eran jugadas magníficas que se equiparaban al alto nivel del equipo nacional de esa época. En un amistoso previo a la Euro 2004 contra Islandia, se podría decir que Rooney anotó su mejor gol con Inglaterra, un disparo desde 35 yardas y media hacia el ángulo superior, después él giró con un gesto casual, sonriendo con un poco de timidez después hacer que su hazaña pareciera fácil de hacer. Esas actuaciones de su inicio con la camiseta No. 9 y jugando detrás de Owen, han sido las mejores actuaciones individuales de Inglaterra en su historia reciente.

Después siguieron tres torneos importantes en los que Rooney simplemente desapareció. En el Mundial de 2006 estuvo ausente desde el comienzo del torneo debido a una lesión y luego al final debido a su falta de disciplina, expulsado por darle un golpe a Ricardo Carvalho en el partido en el que el conjunto inglés fue eliminado por Portugal en instancias de penales. Rooney tampoco jugó la Euro 2008 porque Inglaterra no clasificó y se perdió metafóricamente la Copa del Mundo 2010 cuando él, junto con la mayoría de sus compañeros, jugaron muy por debajo de su nivel. Pero, de todas maneras, no se perdió la fe en que Rooney iba a mejorar.

Pero esa fe fue puesta a prueba en la Euro 2012, el comienzo del tercer capítulo. Rooney volvió a perderse los primeros dos partidos, esta vez debido a una suspensión que recibió en la clasificación. Anotó el gol ganador de Inglaterra ante Ucrania en el último partido de la fase de grupos, pero su debilidad táctica se hizo evidente mientras que el equipo de Roy Hodgson se vio superado en el mediocampo, con Rooney al parecer incapaz de superar a Andrea Pirlo, quien fue el que dirigió el juego. Sin dudas, no estaba siguiendo las órdenes – se lo pudo escuchar a Joe Hart gritando a Rooney para que marcara al jugador italiano. Inglaterra terminó perdiendo en los penales, pero tuvo suerte de llegar tan lejos en ese juego.

El Mundial de 2014 resume el dilema inglés. El primer partido fue una revancha contra Italia y Pirlo. Hodgson, después de haber observado las fallas estratégicas de Rooney dos años antes, cambió a Rooney hacia la izquierda y envió a Raheem Sterling adentro para que marcara a Pirlo. Este no era el enfoque habitual de Inglaterra y obviamente era diseñado para esconder la debilidad de Rooney -- Sterling hizo un buen trabajo sobre Pirlo. Pero los problemas de Inglaterra pasaron al lateral izquierdo, donde Italia atacó constantemente por medio de Antonio Candreva y Matteo Darmian, a quien Rooney no pudo marcar.

Durante dos partidos después de correr contra los mismos oponentes, quedó en evidencia que el mayor de los problemas de Inglaterra provenían de la zona de Rooney. Siguieron los cambios para acomodarlo en algún lado, pero cada aparente solución suscitaba otros problemas.

¿Y entonces por qué Inglaterra no lo quitó del equipo? Bueno, porque Rooney seguía proporcionando contribuciones decisivas en el ataque. Su posicionamiento agresivo durante el partido de Italia le permitió avanzar y crear el ecualizador de Daniel Sturridge. En el partido que siguió ante Uruguay él anotó -- sorprendentemente – su único gol en un Mundial. Inglaterra logró sólo dos goles en ese torneo, y vinieron de una asistencia de Rooney y una definición de Rooney. Por lo tanto, él seguía siendo peligroso.

Se quedó con el récord de goles de todos los tiempos en 2015, anotando su gol número 50, un penal, en una victoria por 2-0 contra Suiza. Esta fue una buena forma de anotar: los goles número 41, 42, 43, 44, 49 y 50 de Rooney con Inglaterra fueron en situaciones de pelota parada. Eso no quiere decir que su récord no es del todo real, ya que no pateó tiros libres ni penales hasta más avanzada su carrera con el equipo inglés, pero para esta etapa, Rooney no estaba colaborando mucho en otras áreas. Inglaterra estaba haciendo un juego desarticulado en el ataque, en parte debido al aletargamiento de Rooney, y luego se quedaba con los titulares al anotar un penal o un tiro libre, lo que hizo que fuese más difícil quitarlo del equipo. Se iba a convertir en el goleador de todos los tiempos de Inglaterra y eso sin dudas le significaba un lugar en el primer equipo.

Para 2016, la situación ya era desesperante. Los técnicos de Inglaterra creían que tenían que jugar con Rooney, pero no tenían idea en qué posición debería jugar. Hodgson de pronto armó un esquema con Rooney en el mediocampo que nunca terminó de cerrar, e Inglaterra sufrió la humillación de quedar eliminada de la Eurocopa 2016 ante Islandia.

Aún peor, en el reinado de un partido de Sam Allardyce, Rooney decidió unilateralmente cambiar su propia posición en el entretiempo, y cuando le preguntaron al técnico sobre el cambio de posición de Rooney, dio a entender que no era su trabajo decirle a Rooney dónde debía jugar. Esto realmente justificó más el despido que lo que Allardyce pueda haberle dicho al Telegraph en el restaurante de Manchester; fue una admisión de que la estructura táctica de Inglaterra se veía socavada por la libertad de Rooney de hacer lo que quisiera, a pesar de sus actuaciones decepcionantes.

Rooney se había vuelto más grande que el equipo, y los hinchas de Inglaterra estaban desesperados por que su selección saliera adelante.

Rooney manejó su retiro internacional de manera excelente, al anunciarlo la temporada pasada cuando estaba pasando por un buen momento con su club, de vuelta en Everton. Consideró que era el momento adecuado para pasarle la posta a la próxima generación. No hubo mucha resistencia. Es una pena que el regreso de Rooney haya vuelto a dividir a los fans, entre aquellos que quieren hacer honor a su reputación y aquellos que desean que jueguen los mejores, y seguir adelante. Y, sin embargo, esta división es un resumen perfecto de la carrera internacional de Rooney.

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