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La última vez que Manchester United jugó un partido de liga contra Liverpool con un déficit más grande que los 16 puntos que hoy separan a los dos clubes, los hombres de Anfield estaban a pocas semanas de conquistar su 18vo --y último-- campeonato de la liga inglesa. En marzo de 1990, cuando el equipo de Alex Ferguson languidecía en el 16to lugar de la vieja Primera División y corría peligro de descender con dos puntos más que Manchester City, United se enfrentó a Liverpool en Old Trafford con 21 puntos menos que sus centenarios rivales. Liverpool ganó ese partido 2-1 y dejó a United más complicado aún en el fondo de la tabla, así que, aunque el panorama parezca nefasto hoy por hoy bajo la dirección de José Mourinho, las cosas llegaron a estar mucho peor en Old Trafford. Pero todo lo que United logra o consigue se compara con Liverpool, tanto en el presente como en el pasado. United ha ganado 20 títulos contra los 18 conquistados por Liverpool, mientras que Liverpool tiene cinco Copas de Europa contra las tres ganadas por United, y cada una de las partes presume con orgullo de sus respectivas conquistas. Pero hoy por hoy, United es el que pierde en la comparación con Liverpool, ya que el equipo de Jürgen Klopp llega al duelo de este fin de semana en Anfield como líder invicto de la Premier League. Liverpool se perfila como un auténtico candidato, y Merseyside se ilusiona con su primer título desde 1990, mientras que United es un club y un equipo que parece haber perdido el norte bajo la dirección de Mourinho. Las cosas no iban bien para United bajo la dirección de David Moyes en 2013-14, pero en aquel entonces sólo estaba 11 puntos abajo de Liverpool cuando se enfrentaron durante las últimas semanas de la temporada, de manera que el conjunto de Mourinho se encuentra en una situación nueva en la Premier League. ¿Cómo ha llegado a esto? La temporada pasada, United terminó segundo en la Premier League, con seis puntos más que Liverpool, que terminó cuarto. De manera que el giro en puntos desde mayo ha sido radical, y, al menos desde la perspectiva de United, alarmante. Desde el punto de vista futbolístico, la diferencia es que un equipo, Liverpool, se ha convertido en una unidad formidable gracias a su trabajo colectivo bajo la dirección de Klopp, mientras que United hoy por hoy se arrastra con un carísimo conjunto de individualidades que Mourinho no ha conseguido convertir en una unidad cohesiva. Muchos consideran que la famosa delantera de Liverpool, integrada por Mohamed Salah, Roberto Firmino y Sadio Mané, aún no ha logrado replicar su talento goleador de la temporada pasada, pero llega al partido con United con un total de 20 goles entre los tres, a pesar de no haber mostrado sus mejores condiciones. Los cuatro delanteros de United --Romelu Lukaku, Alexis Sánchez, Anthony Martial y Marcus Rashford-- marcaron un total de 17 goles en la Premier League, pero es más atrás donde United pierde mucho en la comparación con Liverpool. La sólida unidad defensiva encabezada por Virgil van Dijk ha cedido apenas seis goles en la liga hasta la fecha, y solamente uno de ellos en Anfield. United, por su parte, no tiene una figura como Van Dijk que organice el juego atrás, por lo que ha permitido 26 goles en 16 partidos de liga hasta ahora. Pero los defensores de United, cuyo nivel fue juzgado públicamente por Mourinho esta temporada, solamente son parte del problema. Adelante, están protegidos --o no, aparentemente-- por un mediocampo disfuncional habitado por jugadores que, o bien no son lo suficientemente buenos, o no tienen la confianza de Mourinho para hacer lo que deberían hacer. Si el mediocampo es el motor de un equipo, el de United sería el de un viejo coche familiar con demasiadas millas en el cuentakilómetros como para resultar confiable, mientras que Liverpool está bendecido con un motor potente y enérgico, impulsado por los confiables Jordan Henderson, James Milner y Georginio Wijnaldum. La fiabilidad y la energía son dos cualidades claves que United no tiene en el mediocampo. Si Paul Pogba juega el domingo, podría hacer el intento de convertirse en el mediocampista más talentoso del partido este fin de semana, pero Mourinho simplemente no ha logrado sacar su mejor fútbol. Pogba ha sido imprudente con la pelota, le quita velocidad al equipo, y aunque ofrece destellos de genialidad, se ha convertido en un jugador que este conjunto de United no ha sabido aprovechar. Nemanja Matic ha sido demasiado lento y poco móvil como para tener un impacto positivo, mientras que Ander Herrera no es lo suficientemente bueno como para marcar la diferencia contra un rival de primera como Liverpool. Fred, quien fue incorporado de Shakhtar Donetsk con un contrato de £53 millones el verano pasado, se ha convertido en "El Hombre Invisible" de Old Trafford, y Marouane Fellaini sale demasiado a menudo como un Plan B desesperado en tiempo de descuento, cuando no han encontrado ninguna otra respuesta. Klopp ha logrado construir un equipo que funciona como una unidad colectiva, con defensores superpuestos que complementan a los delanteros en ataque, y mediocampistas preparados para trabajar en las dos puntas de la cancha. Como equipo, Liverpool es más grande que la suma de sus partes, mientras que United es un conjunto de individuos que están rindiendo por debajo de sus capacidades, y que parecen haber olvidado la vieja máxima de que no existe el "yo" en un equipo. Pero todo se reduce a los hombres que están a cargo del equipo y de la táctica. Klopp irradia pasión y fe en sus jugadores, y ellos tienen un fuerte vínculo con el ex entrenador de Borussia Dortmund, perfectamente ilustrado por su festejo en la cancha con el arquero Alisson tras el triunfo sobre Everton en el último minuto del partido de este mes. Los jugadores de Liverpool quieren jugar para Klopp y están motivados, pero no podemos decir lo mismo sobre los jugadores de Mourinho. Mientras que Klopp es positivo y optimista, Mourinho es crítico y severo, y sus jugadores no le muestran ningún tipo de calidez. Liverpool ha encontrado la combinación de ingredientes perfecta bajo la dirección de Klopp, mientras que la mezcla de Mourinho se está agriando en United. En 1990, había luz al final del túnel bajo la dirección de Ferguson. Hoy por hoy, el pesimismo y el humor sólo empeoran en United, y se está convirtiendo en el polo opuesto de la situación en Anfield. Es por esto que United se ha quedado tan atrás de sus viejos rivales.
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